Los últimos días del año siempre nos dejan una larga lista de los errores cometidos y con copa en mano siempre prometemos que el siguiente año será mejor. Para que los propósitos se cumplan hay rituales que más de uno los realiza, desde las 12 uvas a la medianoche hasta la tanguita amarilla, todo sirve a la hora de pedir un deseo.
Siempre iniciamos un nuevo año con expectativas, motivaciones y propósitos claros. Nada es imposible, porque con fe todo se dará. Lo que piensas es lo que se construye, por eso si tuviera que definir el 2018 sería, en definitiva, el año de las ”Decisiones”, aquellas que han cobrado factura a lo largo de los 12 meses y así como me hicieron tocar fondo, me elevaron hasta la parte más alta del cerro, casi, casi, por las nubes. Y aquí estoy vivita y renovada.
Muchos esperamos esta fecha para reflexionar y renovar votos con la vida misma, en vez de emborracharnos hasta el 2 de enero, esta fecha la utilizamos para recordar las metidas de pata, los errores, las experiencias y todo lo que forma parte del interior, de esa parte que quiere que el próximo año sea mejor, que sea multiorgásmico, es decir, de muchas emociones excitantes.
Por eso, no hay nada mejor que saltarte las reglas y hacer lo que te dé la gana, disfrutando cada segundo de la vida, aprendiendo de los errores, dando la importancia a nuestros días y haciéndonos muchas preguntas ¿Soy feliz? ¿Viajo? ¿Bajo de peso? ¿Me caso? ¿Tener hijos es buena idea?, hay muchas, muchísimas preguntas que hacerse y más respuestas que las encontrarás viviendo, ¡Solamente viviendo! Haz el amor y grita, grita a la vida, al amor y a todo lo bueno que está por llegar.
Abraza, besa, desordena las sábanas, destapa el vino, utiliza las rosas, estrena lencería, despide tu noche vieja y da la bienvenida a las 365 experiencias que te quedan por vivir.
¡Haz algo descabellado!, inicia tu 2019 con locura. Decide ser feliz siempre. No le eches la culpa a la tanguita roja si cupido no te flecha, las cábalas son eso, solo cábalas, no importa si es roja, blanca o amarilla, si prefieres estar sin calzoncito ¡Hazlo!, lo importante es recibir las primeras energías del año nuevo en paz y con ganas, con muchas ganas…
Faltan pocos días y yo espero con ansias desatar las más divertidas pasiones en la noche vieja y esperar el nuevo año con la tanguita roja o sin calzoncito, no importa cómo, sino con quién… ¿Tú qué opinas?