voces de los lectores
Gilder Rengifo Paredescolaborador
¿Cuánta razón tienen los jóvenes que rechazan involucrarse en política? Por una parte creo que tienen razón, pero por otra, no. Parece que están equivocados. Los que dicen que NO, justifican diciendo que, la política es cochina; que, en ella hay mucha corrupción.
Aquí están en lo cierto. La apatía de ellos, al fin, es el resultado de un largo proceso de frustraciones y corrupciones de toda laya dejada como herencia por la politiquería y politicastros a lo largo de la historia, hasta nuestros días. De esos políticos que un día recibieron sus títulos profesionales en alguna especialidad pero que hoy día penden, ennegrecidos, en algún rincón, sin lustre ni historial exitoso. Porque su poseedor se olvidó de él al convertirse en un paria, vividor de la política, especializado en zancadillas y diatribas como método para mantenerse vigente. Y consecuentemente de su profesión ya no pueden vivir. Esta es la más pérfida herencia con que han contaminado la mente de muchos jóvenes que hoy los vemos actuar con sus mentes encanecidas, buscando aferrarse a los viejos vicios de sus predecesores que vivieron enquistados y agazapados en todos los poderes; asegurando su impunidad con el control de la administración pública, particularmente, de justicia, etc., etc.
Quizás hasta aquí estos jóvenes tengan razón. Pero lo que no tienen razón es en la apatía, en la actitud abúlica frente a la putrefacta politiquería; porque su pasiva forma de protesta los vuelve, finalmente, en cómplices de aquello que rechazan.
Porque tipos así, pasivos, es lo que esos zorros de la política quisieran que todos los jóvenes fueran para poder manipularlos y mantener su hegemonía en la escena del poder. Porque los jóvenes cuestionadores no son de su conveniencia. Tienen temor de ser sustituidos por ellos. En todo caso sólo se cuidan de formar a sus sucesores convencidos de su fidelidad.
Esto sí es preocupante. La juventud, como tal tiene que asumir su rol. Si los jóvenes no quieren involucrarse, quién limpiará nuestro hogar, el escenario de nuestro drama en el que vivimos. ¿No saben acaso que los jóvenes son los protagonistas de los grandes cambios? ¿Es correcto renunciar al derecho y obligación de imprimir el sello distintivo de sus propias aspiraciones e ideales?
Algunos parece que no logran entender que la juventud representa el cambio. Es bueno que sepan que sin ellos el futuro es incierto y que en el pasado también la sociedad estuvo plagada de suciedades, pero que también hubieron jóvenes que capaces de alzar su voz, como Manuel Gonzales Prada cuando dijo: :” Los viejos a la tumba, los jóvenes a la acción”
He aquí el gran reto de todos aquellos que estamos en la capacidad moral de alentar a los jóvenes a asumir su rol protagónico en esta negra noche de la incertidumbre.