Tarapoto. Ante la proximidad de las elecciones internas en el Partido Aprista Peruano, Luis Máximo García Hidalgo, integrante de la Comisión de Sinceramiento del padrón de militantes, indicó que es positivo el inicio de este proceso con el sinceramiento del padrón.
Informó que hasta la fecha solo hay anuncios de postulaciones a las elecciones internas que se realizará el 9 de febrero del año en curso, donde elegirán a los representantes del aprismo para la contienda regional y provincial. Entre los que podrían participar se encuentran Pedro Bogarín, Julio Cárdenas y Mardonio del Castillo, indicando que también habría la intención de Aurelio Pastor.
Sobre Pastor, indicó que éticamente no reúne las condiciones para postular, pues está suspendido en sus derechos partidarios y si hasta la fecha de las elecciones internas no se le ha levantado la sanción no debería participar. “No creo que sea significativo el número de partidarios que crean que Pastor debería participar. Pastor tiene un núcleo reducido en cada provincia que son sus activistas que le hacen barra cada vez que viene, pero en la conciencia de la militancia aprista de convicción, está convencido que no es la persona adecuada para ocupar ese cargo”, opinó.
Particularmente García Hidalgo, confirmó su apoyo a la candidatura de Pedro Bogarín, pues, según él, tiene el perfil fundamental para asumir esta responsabilidad como conocer la administración pública, experiencia ejecutiva positiva y transparencia en su conducta personal, familiar o empresarial, pues el principal problema en el Perú es la corrupción y a esto se añade que el partido aprista ha quedado con una imagen de tolerancia a la corrupción que no le hace nada bien al partido de la estrella.
En lo referente a las candidaturas para la provincial San Martín, indicó que por ahora el único que se ha pronunciado es Delfor Ponce de León; sin embargo dejó entrever que no sería el adecuado pues le falta experiencia ejecutiva.
Sobre las elecciones internas del 9 de febrero, indicó que es un tema algo peligroso que sean abiertas, pues cualquier ciudadano que simpatice con algún candidato puede ir a votar por su preferido, lo que podría prestarse a algunas maniobras poco santas; por ejemplo, quien tiene solvencia económica podría contratar personas no apristas que podrían llegar en una flota de buses a sufragar, finalizó. (sqb)