“El pánico es más contagioso que la peste y se comunica en un instante”.
Nikola Gógol – Novela Almas Muertas
Por Beto Cabrera Marina
Es imposible no sentir algo extraño al caminar en Tarapoto, Lamas, Moyobamba, Rioja o Juanjui y encontrarse con pasillos de los mercados vacíos, de calles desiertas terminales terrestres cerrados.
Primero fue el desinfectante de manos y el papel de baño, después la comida, algunas frutas y verduras.
Antes de que tuviéramos tiempo para procesarlo, las autoridades locales y estatales nos pusieron prácticamente a todos en cuarentena para evitar la propagación del coronavirus COVID-19, que la Organización Mundial de la Salud catalogó como una pandemia global el 11 de marzo de 2020.
ESTA ES LA PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA MODERNA QUE NOS TOCA VIVIR ALGO ASÍ.
China nos dio un adelanto de sus calles vacías, restaurantes cerrados y gente forzada a esperar en sus departamentos de 20 pisos, cantando canciones por las ventanas, no sé si por aburrimiento o para darse esperanza mutua. Pero creo que muy pocos de nosotros se imaginó lo rápido que llegaría aquí a la Amazonia. Hasta que el resultado positivo de un dirigente nativo puso en sobresalto a más de una autoridad de un compañero de viaje y los vecinos en La Banda de Shilcayo, Tarapoto.
Se cancelaron las ligas deportivas de futbol no hay Copa Perú y menos las transmisiones de la Liga de Futbol Europeo; cerraron los parques, las escuelas, y luego los restaurantes y bares y discotecas. El Turismo paralizado, la actividad económica restringida. Al momento de escribir esto, los supermercados y las gasolineras parecían ser los únicos negocios que permanecerán abiertos por el momento.
Es difícil procesar lo que significa vivir durante una pandemia, pero lo que sí puedo decir es que es un estrés diferente a cualquier otro. Ahora que está aquí, pienso en las personas que ganan por hora en los restaurantes y hoteles, el mototaxista y el ambulante, la señora que vende en el mercado sus verduras, frutas en los mercados y los empresarios que dedican cada momento del día a mantener sus negocios. Ahora su bienestar está en riesgo.
Pienso en las escuelas cerradas y las niñas y niños que dependen de los desayunos y almuerzos escolares para su alimentación. Pienso en sus padres que probablemente perderán ingresos, y me pregunto cómo le van a hacer para proveer para sus familias.
Pienso también en nuestro gobierno y en la responsabilidad que tiene de cuidar de todos, un gobierno que tiene un récord de sucesos inesperados que tiene que afrontar, pero todavía no hay un plan para compensar a las empresas de y trabajadores que mueven nuestra economía.
LA DEL ESTRIBO: Mientras tanto los Bancos y colegios privados NO PERDONAN NADA, vía mensajes reiteran que tu crédito y/u cuota será reprogramada con los debidos intereses, al parecer para ellos el “Señor capital, el señor dinero y sus muy bien ganadas utilidades está por encima de TODO” A pesar que SBS se pronunció, pero al banquero o mercader al parecer no existe SOLIDARIDAD NI RESPONSABLILIDAD SOCIAL; estamos lejos de alentar “perro muerto” muy por el contrario; Exigimos respeto y solidaridad en tiempos difíciles.