Recuerdo una frase de Aurelio Pastor, del tristemente fenecido partido aprista, cuando en sus recorridos de campaña proselitista rumbo al Congreso, en la ciudad de Lamas decía: “Yo no me voy al Congreso a aprender, sino a aportar”.
Si le preguntaríamos a este ex congresista y ex ministro del finado Alan García, cuál fue el resultado del trabajo legislativo que tuvo como Congresista… si lo que hizo, lo hizo solo, o simplemente lo hicieron sus asesores.
La respuesta con mucha lógica podría ser que él lo hizo, si nos remitimos a lo dicho en su campaña de que no se iba para aprender, sino para aportar. Pero si lo hicieron sus asesores, entonces se convirtió en uno más del montón: es decir, la mayoría llega al Congreso solamente a escribir su firma a nombre de algún proyecto, si es que presentan también alguna iniciativa de ley, cosa que tampoco lo hacen, esperan y se suben a la iniciativa de otros.
El día que el país tenga un solo representante por cada departamento; el día que se anulen los asesores de cada congresista; el día que permanezca su presencia en el Congreso por resultados legislativos y de fiscalización; el día que el Jurado Nacional de Elecciones no permita la inscripción para candidato tan solamente por ser ciudadano sin exigir el perfil profesional del aspirante con niveles de liderazgo y trayectoria académica superior, ese día podría darse el primer paso para el cambio social y político en el país.
Y sobre todo cuando se anule el voto preferencial que es un sistema totalmente injusto que se practica en el país y que desde ya es un atentado contra la democracia que se confunde respaldo mayoritario a un grupo político con el respaldo unitario a un candidato.
Éste candidato si no reúne el voto mayoritario de la ciudadanía, por más que su grupo político a través del cual va postulando, tenga el voto popular, y si él no tiene (el candidato), así de simple debe estar fuera de la repartija, fuera del arrastre, como sucede permanentemente en el país, y todo indica que esta misma realidad macabra e injusta, el 11 de abril va a ocurrir una vez más.
No solamente es incorrecto, no solamente es indigno y no solamente es un atentado contra la democracia incipiente que tenemos, muchos que son llevados al Congreso por el sistema vergonzoso del arrastre, son los que nos gobiernan a través del legislativo, y para colmo tienen la indumentaria de la defensa jurídica llamada inmunidad; tienen la seguridad económica durante cinco años con el sueldo más alto de todo funcionario en el país, a excepción de funcionarios del BCR, del TC, de la SUNAT, que también es tan injusto y que debe erradicarse para la salud del país.
Los candidatos deben tener una larga trayectoria de representación de su pequeño entorno, de alguna organización, de la comunidad donde vive y debe haber sido guardián celoso de los intereses en defensa de la comunidad, que haya sustentado alguna investigación científica y humanística a favor de una corriente y clase social de los ciudadanos. Pero no, en el Perú es todo lo contrario: se selecciona al comerciante, al empresario o a persona popular cualquiera.
VACÍOS DE NIVEL SUPERIOR EN MUCHOS CANDIDATOS AL
CONGRESO
Siempre sigo la secuencia de las entrevistas y perfil de los candidatos en el país y de manera exclusiva del Dpto de San Martín, la gran mayoría adolecen de estos vacíos que mencioné líneas arriba. Y lo más grave, ni exhiben niveles de estudio superior.
Por citar algunos: el Frepap, son tres sin estudios superiores; Democracia directa, también 3; Podemos Perú (3); Renovación Popular (3); el Humalismo de Ollanta (3). Los demás grupos tienen candidatos que va de uno a dos sin estudios superiores.
Por el gran respeto que se merece la persona en reconocerle su estudio y sacrificio de preparación por hacer una larga carrera, no es nada lógico que alguien que utilizó su amarre e influencia de la mafia política para inscribirse y postular a un cargo de mucha jerarquía que es el Congreso, y que este tipo de gente aventurera luego resulte ser “representante” de los ciudadanos. ¡Basta ya esta injusticia! Esto debe cambiar.
Representan a su familia, no a los ciudadanos. Y son estos tipos de candidatos arrastrados por un pésimo sistema electoral, que se llenan de asesores. Claro pues, por eso al final dicen que el tremendo sueldo que reciben no les alcanza porque pagan más del 50% de lo que reciben abultadamente, en asesores para que armen por ahí algún proyectito de ley que no beneficia a la mayoría del país.
Me atrevo a mencionar el nombre de la maestra Lucinda Vásques, que tiene todos los perfiles para que haga justicia y luche desde adentro con todas las pasiones como siempre lo hacía desde afuera como dirigente de los maestros y de la comunidad.
Tiene todos los perfiles académicos de preparación superior; los perfiles de luchadora social en defensa de los intereses de la comunidad y a nivel de Congreso se necesita gente de este perfil que aporte con leyes a favor de los maestros que se ven sometidos a rudos sistemas de esclavitud económica de parte de un sistema que teme invertir con dignidad económica en educación; que se le investigue a la Derrama Magisterial que no le favorece al maestro más que en préstamos con altos intereses; que no haya más esclavitud de las AFPs que pagan pensiones ridículas; que se den los nombramientos de una manera justa, pues ya lo hicieron todo un calvario para la estabilidad de miles de maestros.
Esta mujer podría no solo representar a todos los maestros del país, sino también a toda la clase trabajadora, pues viene de un largo caminar en defensa de la sociedad.