Se dice que, en los momentos difíciles de la vida, donde sentimos desesperación y angustia, es cuando el ser humano se sensibiliza a profundidad y los corazones duros pueden ablandarse como para hacer realidad la palabra solidaridad que deriva del sentimiento más hermoso denominado: SOLIDARIDAD
Lamentamos recordarles y seguro que muchos de ustedes igual que nosotros lo están experimentando, es que de poco ha servido, poco, porque pensábamos que la lucha conjunta y el extendernos las manos iban a ser desbordantes, tanto como las palabras de ánimo por la mejoría de los que caíamos con el mal.
Ya muchas decepciones se han comprobado, pero sobre ello se siguen cometiendo ciertas negligencias, como es el caso de quienes tenían la responsabilidad de asegurar el abastecimiento de oxígeno y medicamentos, pero no, sabe Dios qué realmente pasó con esa demora.
Ya qué importa (se podría decir de amargura e impotencia), ya es tarde para muchos que se fueron de este mundo implorando por oxígeno medicinal o un medicamento para vivir.
Claro, pero por supuesto que sí sirve para los que en estos momentos necesitan de un balón de oxígeno en la lucha por sus vidas, para que estas no se desvanezcan y puedan seguir luchando por sus sueños junto a sus seres amados, en vida física.
Para llenar balones a quienes lo necesiten y el soplo de vida simbolice que cuando se gestiona con transparencia y amor, todo fluye bien.
Reflexiones de María Angelica quien perdio a su madre en Tingo María – Huánuco- por la falta de òxigeno.
“Tuvimos que vender casi todas nuestras cosas porque mi mamá comenzó a necesitar oxígeno todo el tiempo. No le podíamos quitar el oxígeno y aquí era casi imposible conseguirlo”
María Angélica Tuesta no ha tenido tiempo de hacer el duelo por la muerte de su madre, Edda Rodriguez , el pasado sábado en la ciudad de Tingo María.
Ella murió después de varios días de agonía en los que conseguir el oxígeno para que sobreviviera a la enfermedad se convirtió en una odisea.
“Se olvidaron de la salud y ahora pagamos las consecuencias”: por qué Perú, un país que tuvo un gran crecimiento económico, no invirtió más en su sistema sanitario
“Todos los días teníamos que hacer horas de fila para conseguir una botella, dos botellas, y así rellenar el cilindro que ella tenía en la casa”, le dice María Angélica desde su casa en Tingo María.