22.6 C
Tarapoto
miércoles, mayo 8, 2024

Manuel Alfredo Osores Ezcurra, Director Regional de Agricultura

Existen personas que pasan por las instituciones y dejan huella. En la Dirección Regional de Agricultura San Martín pudimos compartir momentos de trabajo con personajes que se distinguieron por sus calidades personales y por sus idoneidades profesionales, siendo esta una excelente combinación. El Ingeniero Manuel Alfredo Osores Ezcurra fue uno de ellos, con quien compartí dos hermosas experiencias. La primera, en 1973; y la segunda, cuando en su condición de Director Regional fue el Secretario Técnico del Fondo de Desarrollo Agrario.

Con los ingenieros Manuel Osores y Manuel Augusto Lainez Guerrero nos correspondió diseñar una estrategia de cómo distribuir apenas un millón y medio de dólares que habían transferido en ese momento a la Corporación Departamental de Desarrollo de San Martín (CORDESAM), cuando se desactivó el Banco Agrario del Perú. Porque había que correr contra el tiempo pues los agricultores sanmartinenses se encontraban en una situación precaria.

Desde mi primer contacto con el ingeniero Osores pude entrever la singularidad de una persona cabal y un profesional en todo el sentido de la palabra: exigente en el cumplimiento de las responsabilidades y tremendamente humano en lo personal, mostrados desde sus inicios de sus actividades profesionales en Tingo María en 1964, afincándose posteriormente en San Martín hasta su jubilación en 1994. Hacía poco que había egresado de la Escuela Nacional de Agronomía de la Universidad Rural del Brasil (1963). Se jubilaría en 1994 en la DRASAM, donde dio lo mejor de su experiencia y vida profesional. Actualmente el ingeniero Osores radica en Chiclayo, su ciudad natal.

En estas semblanzas me propongo destacar el lado humano y el profesionalismo de las personas, y el ingeniero Manuel Osores Ezcurra siempre fue esa persona en quien admiré el don y caballerosidad y la sinceridad de sus decisiones. Como suele decirse: jugaba con las cartas sobre la mesa. Porque la esencia de las personas son la decencia, la sinceridad, y en las relaciones humanas, el decir las cosas claras y saber cómo decirlas. Por eso la valoración de las personas a quienes admiramos y respetamos. Y así es el ingeniero Osores.

De su unión con doña Mirtha Herrera, dama tingalesa, nacieron Mirtha Rossana –quien radica en Logroño, La Rioja, España–, Manuel Alfredo, Cesar Ricardo y Aldo Daniel, con quienes tengo una amistad cercana. Con ellos compartimos momentos de reuniones cuando residían en Tarapoto, y siempre se dieron con el calor y el sano espíritu de la camaradería.

Manuel Osores Ezcurra ha hecho de su vida una escuela y quienes lo conocimos de cerca aprendimos mucho de ella como, por ejemplo, evaluar el expediente de un currículo, algo realmente único y original al mismo tiempo, lo que yo hago cuando me encuentro en esas circunstancias. Por lo tanto, un saludo cordial al ingeniero Manuel Alfredo Osores Ezcurra. Y que  pronto recupere su salud para que nos siga brindando sus sanas bromas y su manera original de entender las cosas y la vida.  (Comunicando Bosque y Cultura)

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,548FansMe gusta
281SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos