Durante la mesa de diálogo la población de Juanjuí celebraba con satisfacción los históricos acuerdos a que se iban arribando con las comitivas, nacional y regional, y el Frente Cívico, avizorando grandes colectivos para el desarrollo de esta provincia.
Sin embargo, al final de la jornada ha quedado en la conciencia colectiva una sensación de malestar contra una sorprendente y cerrada posición de blindaje que asumieron los representantes del gobierno regional a la cabeza de Javier Ocampo, al abordar el tema de la plataforma de educación, en esas negociaciones.
La opinión pública de Mariscal Cáceres no ha visto con buenos ojos la posición que asumieron los integrantes de la comitiva del gobierno regional en cegarse a defender a capa y espada a funcionarios cuestionados que ya no gozan de la confianza de la población.
Muchos ciudadanos en Juanjuí, consultados sobre el particular, han sostenido que estos teniendo la decisión política en sus manos, les hubiera resultado más fácil y salomónico, que como cuestión previa, dejaran zanjado de plano los pedidos de la destitución de la funcionaria de la UGEL y del no descuento por acatamiento a la Huelga.
Así se hubieran evitado que estos asuntos que se percibían como domésticos, pero que no dejaban de ser importantes, se conviertan en temas de Estado por el gobierno regional, lo que ha provocado una encendida y acalorada polémica que inoficiosamente se prolongó por más de tres horas, para que al final terminen señalando que la directora de UGEL ha puesto su cargo a disposición y aceptaban su renuncia.
Esta actitud que ha sido calificada de intolerante y soberbia ha sido duramente cuestionada por los actores del Frente Cívico y la propia congresista Esther Saavedra, quien no cesó en recomendar a la comitiva regional a ser más humildes y sensibles con las necesidades y reclamos de los gobernados de esta parte de la región San Martín.