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jueves, mayo 2, 2024

La mujer no solo merece un día para honrarla

Este el día, como todos los días de nuestra existencia debemos tener presente la importancia las mujeres durante todos los momentos de nuestra vida. Desde VOCES nuestro respetuoso saludo y reconocimiento a la mujer, a la mujer como madre, a la mujer emprendedora, profesional, a la mujer del campo y la ciudad. 

Los orígenes que de esta celebración se da con las movilizaciones que dieron pie a la proclamación del Día Internacional de la Mujer, se menciona la protesta de las obreras de la industria textil de Estados Unidos en 1857, quienes realizaron las primeras demandas exigiendo mejores condiciones laborales. 

A continuación, te compartimos 8 hitos que dieron origen a la conmemoración de este día:  

En plena revolución industrial, las mujeres trabajadoras, defensoras de los derechos humanos y amas de casa, se movilizaron para denunciar las extenuantes jornadas laborales, el trabajo infantil, los bajos ingresos y la exclusión de la vida política. 

En 1910 se realizó el Congreso Internacional de Mujeres en Alemania, buscando que se estableciera el 8 de marzo como el Dia Internacional De La Mujer en homenaje a trabajadoras que lideraron acciones para la exigibilidad de mejores condiciones de dignidad, vida y trabajo. 

Desde las primeras conmemoraciones, las proclamas de las mujeres posicionaron demandas sociales y políticas por trabajo digno, dignificación de la vida de las familias, por el voto y la paz. 

Fue en 1977 que la Asamblea General de la ONU proclamó oficialmente el 8 de marzo como El Dia Internacional De La Mujer. 

“Nadie sabe lo que es el campo, verde, intenso, y suavemente amplio, hasta que lo ama como a una mujer, como a algo cálido, entrañable y humano”

La mujer de hoy, las sociedades y la convivencia colectiva cambian. 

La mujer siempre ha tenido un papel muy importante en la sociedad desde la antigüedad cuando se encargaba de la cosecha y recolección, además del cuidado de la familia, al correr de los años con las muchas batallas que tuvo que emprender demostró que sus capacidades iban más allá de lo que culturalmente se les impuso. Sin dejar de lado su papel predominante en el hogar como formadoras de seres humanos y eternas cuidadoras de su núcleo, se abrieron paso en un entorno francamente patriarcal y hasta machista, que si bien no facilitó su desarrollo profesional y académico no impidió el inminente encuentro de la mujer con la necesidad de su participación activa en todos los aspectos sociales, tales como la economía, la política, la academia, la tecnología y la ciencia etc. consumándose como actora y ya no como mera observadora.  

En tiempos antiguos las mujeres eran consideradas propiedad de un hombre, primero del padre y luego del esposo, paso en donde intervenía la decisión o la conveniencia de la familia y no la voluntad de ella, lo cual generaba que se dedicaran enteramente a las labores del hogar.  

 

Pero décadas más tarde con las grandes guerras a la mujer se le permitió el trabajar en fábricas porque se necesitaba mano de obra ya que muchos hombres estaban combatiendo en la guerra y esto conllevó a un cambio para el género y con todo esto se dejó de considerar el sexo débil.  

Las sociedades y la convivencia colectiva cambian, evoluciona en la actualidad, a pesar de lo avanzado existe un marcado espacio aun por trabajar por sus justos derechos como ser humano, como persona. 

La mujer puede estudiar o trabajar en lo que le guste o le apasione, ellas se ha ganado su lugar en diferentes ámbitos: cultural, social, laboral, político y hasta religioso, por nombrar algunos, a pesar de todos los obstáculos que la misma sociedad impone. 

                                                      Nunca te rinadas… que tu sabiduria perdure.

Por otro lado, las mujeres ya no se conforman con tener una familia. Hoy se reconoce la importancia de su desarrollo académico y laboral, empoderadas y valiosas, tomando sus propias decisiones, siendo cabeza de familia, pero también de prosperas empresas.  

Es decir, el acceso de la mujer a los espacios sociales, económicos y académicos, pero en debe de ser en igualdad de condiciones con el hombre trabajador.  

En conclusión, la mujer de nuestros días, es una persona empoderada si prefiere formar una familia, si quiere vivir sola o en pareja, si bien hay que encontrar formas más eficientes. Sembrar en la familia una sociedad, unida, pacífica y justa, que exige que todos los segmentos del colectivo social. Tenemos un largo camino por recorrer, pero las actitudes están cambiando, las mujeres jóvenes tendrán una vida mejor que las mujeres de la generación de sus padres. 

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