Entrevista con Miuler Vásquez y Julio Pareja -Promotores Culturales
Miuler Vásquez: “Estamos proponiendo un proyecto con una municipalidad provincial para tener parte de presupuesto para hacer la FERIA AMAZÓNICA, nosotros no buscamos lucrar, simplemente promovemos arte y cultura en todos los espacios y ese afán no es remunerado”.
Miuler, se viene una nueva edición de la feria del libro amazónico cuantos años de traer cultura.
La feria del libro amazónico empezó con ese nombre el año 2019, lo hicimos en la plaza de Tarapoto, el 2020, por la pandemia no se hizo, pero el 2021 la volvimos a hacer de manera presencial, el 2020, hago el acápite se hizo de manera virtual, el 2021 y estuvimos haciendo en varios lugares como en Morales, Juanjui, San José de Sisa y Pucallpa.
¿Quiénes están detrás del evento?
La feria del libro amazónico es organizada por el colectivo FLA Feria del Libro Amazónico, que está integrado por Lupuna Artes Amazónicas, Hormiga Artes y Educación, Trazos y también cuenta con el apoyo de otros grupos como Rezistencia, Amazorunas, entre otros grupos culturales que se suman a la organización.
En estos años ¿cuál ha sido la respuesta del público?
En Tarapoto hay muy buena respuesta, ahora estamos ya empezando las clases presenciales y es más interesante, más interacción con los estudiantes, los años anteriores por la pandemia no se ha tenido esa interacción, pero ahora estamos retomando y siempre hemos tenido muy buena respuesta en la Amazonia, creo que nos falta mucho camino por recorrer, pero es importante también que se sumen las autoridades para que esto avance.
¿En esa línea de la suma de esfuerzos, tenemos una participación efectiva de parte de la autoridad local o regional?
Bueno, lamentablemente tenemos normas tontas que no nos permiten usar los espacios públicos, como es el caso por ejemplo de Yurimaguas, Tarapoto y Moyobamba, no podemos acceder a la plaza porque hay una ordenanza municipal que prohíbe hacer ferias en la plaza de armas, algo tanto tonto. En Cusco, Iquitos y Trujillo se hacen las ferias en la plaza. Ahora teníamos la esperanza de hacerlo en la plaza de armas de Tarapoto, pero resulta que ahí está la ordenanza que lo prohíbe, y bueno tiene que haber un acuerdo de consejo y para evitarnos ese lío de la demora de tiempo que hemos venido al Parque Suchiche, igual nosotros seguimos con la feria.
Es decir, es el impulso del colectivo que hace realidad este encuentro.
Claro, las respuestas en realidad positivas, pero son respuestas con logística, nos dan los permisos, como Morales y Juanjui que nos han cedido la plaza, pero la contribución más allá de eso no es efectiva, nos gustaría que en el futuro sea así, por eso estamos proponiendo un proyecto, un convenio interinstitucional con una municipalidad provincial para tener parte de presupuesto para hacer esta feria, porque nosotros no hacemos ningún lucro, simplemente porque promovemos arte y cultura en todos los espacios y ese afán de promover no es remunerado.
Profesor Julio Pareja: “Hace años estamos pidiendo una escuela de arte para San Martín, aquí muchos niños quisieran ser músicos, pintores, escritores, pero no tenemos un centro especializado para que a los niños se les dé una formación artística temprana”
¿Qué novedades nos trae este año la feria amazónica?
Bueno, nuestra feria tiene una particularidad intrínseca que es poner en vitrina el libro amazónico, ya sea el clásico o contemporáneo, por ejemplo, hemos reeditado hace mucho tiempo Sangama, Selva Trágica, Bobinsana de Arturo Hernández, uno de los escritores más renombrados que tenemos en toda la Amazonia y que es el representante fiel con su novela Sangama, luego tenemos autores contemporáneos muy buena literatura en géneros como la poesía, la narrativa, teatro o incluso crónica,
La literatura amazónica, es muy rica y creativa, sin embargo, falta algo para posicionarlo fuera de nuestros contextos.
Claro, yo creo que ya es cuestión de los gobiernos porque, nosotros podemos trabajar muy bien con las ferias que hace de turismo, porque la cultura es turismo también, solamente se lleva gastronomía, producción agraria y se olvidan de la cultura, la cultura es una riqueza intangible, es lo que nos promociona y lo que nos identifica, llevar el libro amazónico por todos los lugares es llevar nuestra identidad amazónica, porque mucho se puede hablar que se trabaja esto y el otro, pero vemos los resultados en los colegios, escuelas, cuál es la identidad si no se lee un libro amazónico, si no se conoce nuestras raíces, por lo tanto no se va a creer en lo nuestro.
En Tarapoto, existen colegios que llevan el nombre como Francisco Izquierdo Ríos, y de otros renombrados personajes que sembraron cultura, pero de ahí no pasa.
No pasa, sino que no conocen, yo cuando he estado en Morales y ellos iban a la feria, los chicos del colegio Francisco Izquierdo Ríos y les preguntaba quién era Francisco Izquierdo Ríos y ellos no sabían, bueno no sé si es culpa de los alumnos o de las autoridades del colegio.
Vayamos a la juventud, a donde va orientado el mensaje con la actividad que ustedes desarrollan.
Bueno, nosotros tenemos la esperanza no solamente la juventud sino también en los niños, pero si el ejemplo le dan los adultos, los jóvenes y los niños van a leer, tú sabes que en los colegios se lee, casi es un público cautivo y la literatura cautiva. Una es con los docentes, el plan lector debería ser mucho más amplio, ponerle en vitrina al niño, que lea lo que él quiere, porque si ya van con que lee este libro tal o cual libro, y el niño no le gusta, va a leer prácticamente algo en contra de su voluntad, entonces, ese plan lector tiene que ser orientado, yo prefiero que a los niños libres de elegir, que no masifiquen, que lean diferentes libros y puedan comunicarse, ahí es donde nace el mensaje, saber de los personajes y cuando leas un solo libro pues imagínate, ¿qué riqueza hay para tu debate?, mientras más propuestas haya, es mejor, Porque hay más formas de ver las cosas, imagínate, uno que lea a Hernandez, otros que lean a contemporáneos como Javier Vázquez, Maquen… Otros que lean pues a Humberto Del Águila, así vamos a enriquecer todo; y los otros escritores pasan desapercibidos, entonces como hay cierta mezquindad también del plan lector y a los alumnos los encasillan, a mí no me gusta hablar casi de encasillarnos porque es un público cautivo, pero que finalmente algo que no le interesa.
¿O encasillado por la tecnología?
Por supuesto y eso hay que romper, pero hacerlo con lecturas agradables, hay que hacer la lectura dinámica, leer teatro, por ejemplo, en el colegio leer teatro es riquísimo, Porque era uno que le daba a ver una lectura no solamente una lectura plana sino una lectura interpretativa y representando a algún personaje que hay.
¿Estamos en campaña política, en al teatro de la política, tenemos actores políticos a doquier, escucho alguna propuesta?
Cómicos ambulantes, con la disculpa de los cómicos ambulantes (…) estos nos dan esperanza hoy y mañana una tragedia y ni una palabra sobre la cultura, es más, que te digo, en estos tiempos de las elecciones, alguno se acuerda de nosotros y nos llama para la fotografía, pero una vez que han ganado ni se acuerdan; “Hace algunos años estamos pidiendo hace años una escuela de arte para San Martín, porque aquí muchos niños quisieran ser músicos, pintores, escritores, pero no si no hay un centro especializado para que a los niños se les dé una formación artística temprana, tenemos escuelas de música, escuelas de ballet, pero son pues para una élite que pagar una mensualidad de 450, S/.500, no lo puede pagar el pobre, entonces démosle en la cultura para todos, porque finalmente la cultura nace del pueblo como lo dijo Vallejo y debe ir hacia él.
Bajo esa línea, al pueblo de Tarapoto, al pueblo de San Martín ¿cuál sería su llamado?.
Que vengan a ver los libros, no es necesario que compren, nosotros tenemos una sala de lectura donde ellos dicen quiero leer tan libro, los invitamos a leer, y si quieren conversar con nosotros como traductor, nosotros lo hacemos, llama a jóvenes, a los universitarios, llamar a los centros de estudios para que los docentes se den un poquito de tiempo, una hora de su currículo y traigan a los niños acá y que conozcan que no solamente hay literatura peruana de la costa, de la sierra, también hay muy buna de la selva, somos un bosque, no solamente de árboles.
A propósito, usted debe saber:
Arturo Hernández, es uno de los más importantes e influyentes escritores de la Amazonia, conocido por su popular obra semi-autobiográfica, Sangama (Novela de la Selva Amazónica) (1942), y por Selva Trágica (1954). Hernández nació por el año 1903, -Loreto- en un caserío de caucheros e indígenas llamado Sintico, en la margen izquierda del río Ucayali, la fecha exacta de su nacimiento es desconocida. La única referencia que existe es que nació por la época en que «los salvajes irrumpieron en el poblado de Samanco y raptaron a todas las mujeres». Siendo aún muy chico Hernández queda huérfano de madre. Ese mismo año, una crecida del río destruye el caserío obligando a su padre a mudarse a Tierra Blanca, otro pueblo de caucheros. Su infancia y juventud la pasó trabajando en la recolección del caucho. La niñez del escritor fue difícil, su abuela paterna le sometía a castigos físicos, ello motivó varios intentos de fuga del hogar. La única alegría para Hernández consistía en «mirar los barcos ingleses que pasaban rumbo a Liverpool, cargados de goma de caucho».
Francisco Izquierdo Ríos: Nació en Saposoa -provincia de Huallaga, un 29 de agosto de 1910, hijo de Francisco Izquierdo Saavedra y Silvia Ríos Seijas. Es considerado uno de los narradores peruanos más importantes del siglo XX. En su obra rescató tradiciones orales y costumbres propias de su región natal. Izquierdo Ríos dedicó su vida al magisterio y a la escritura, para dar a conocer la cotidianidad de la selva, su historia, su desarrollo y sus problemas. Escribió más de 23 obras con un lenguaje sencillo y rico, donde plasmó su lucha contra la miseria y las injusticias, cultivó diversos géneros, como la narrativa, la poesía, el ensayo y artículos periodísticos. Muchas de estas obras están dedicadas al público infantil, aunque eso no impide que cualquier lector pueda acercarse a ellas.
Un viejo bagre, de barbas muy largas, decía con su voz ronca en el penumbroso remanso del riachuelito: «Yo conozco el mar. Cuando joven he viajado a él, y he vuelto».
Y en el fondo de las aguas se movía de un lado a otro contoneándose orgullosamente. Los peces niños y jóvenes le miraban y escuchaban con admiración. «¡Ese viejo conoce el mar!»… Cuento: “El Bagrecito”