La cestería; es un oficio tradicional de los kechwas; quienes, con sus hábiles manos, consiguen crear artículos sencillos y muy prácticos a base de la corteza de la palmera del bombonaje (Familia: Carludovica palmata); estos les son de utilidad, tanto en su vida diaria como en sus actividades de producción.
Las comunidades nativas y principalmente del Wayku; rodeado de naturaleza, el cual plasma en sus productos de cestos de bombonaje. Aprovechan su tiempo libre y la temporada de lluvias para fabricarlos, trabajo del que se encargan principalmente los hombres. Uno de los cesteros experimentados de esta etnia es don Virgilio Tapullima, originario de la comunidad de Balisho, a 10 minutos de la ciudad de Lamas. Con las materias primas fáciles de conseguir en los bosques, cercanos a su chacra, los nativos tejen los canastos de diferentes tamaños y diseños, así como bandejas y cernidores para mover la yuca.
Don Virgilio nos comenta, la calidad de los canastos, en general, depende en gran medida de la materia prima. Hay que ir al monte en busca de las mejores cortezas de la palmera bombonaje y procesarlas varias veces antes de poder usarlas, destacó el artesano agregando: “las cortezas, una vez cortados y traídos del monte son remojados. Luego, los sacamos del agua y los secamos al sol. Se elabora primeramente la base y después, el cuerpo. Después lo colgamos sobre el fogón familiar durante 10 o 15 días, con el fin de hacerlo resistente a las termitas y, además, darle un color natural”.
Los canastos son considerados el alma de la artesanía tradicional. No solo es una herramienta útil para transportar y almacenar alimentos, instrumentos de campo y otros enseres, sino que también es un objeto artesanal que demuestra la destreza y el concepto estético de quienes lo crean. Los canastos más populares son los de gran tamaño que los hombres llevan a cuestas para ir a la chacra, atravesando las montañas y quebradas. Las mujeres usan los más pequeños a fin de guardar desde impermeables y comidas para los trabajos de campo, hasta plátanos, yucas, los frijoles recién cosechados y la carne de monte. Para las jóvenes solteras, estas canastas, bien trabajadas y decoradas, son un accesorio más para lucir su belleza, habilidad y laboriosidad.
Importancia para la comunidad
Los canastos de los kechwas de Lamas; pasaron a ser objetos de intercambio y productos mercantiles. Sin embargo, hoy en día, se enfrentan a una fuerte competencia con el plástico, ya que estos son más diversos y baratos. Por otro lado, las personas conocedoras del oficio son de avanzada edad, y su número disminuye cada vez más.
Frente a esta realidad, muchas comunidades han abierto cursos para transmitir las técnicas de cestería a las nuevas generaciones, y al mismo tiempo han movilizado a los pobladores para que participen en la siembra del bombonaje, con miras a garantizar materias primas para esta profesión y preservar un rasgo cultural muy típico de la comunidad.
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