Las recientes denuncias contra congresistas acusados de cobrar cupos a sus trabajadores parlamentarios le hacen más daño al sistema democrático, el exministro del Interior, Gino Costa Santolalla, sostuvo que estas denuncian significan «más de lo mismo».
«No solo daña la imagen del Congreso, sino de la democracia. Le hace un daño terrible a un sistema democrático que está muy golpeado», dijo el excongresista.
«Vivimos en momentos tremendamente difíciles. Estas noticias todas las semanas no hacen sino confirmar que estamos en una crisis terminal, no hay luz a la salida del túnel. Lo más difícil de esta situación política es que por primera vez no veo una salida. No le veo al país y a la democracia peruana un horizonte, no veo por dónde vamos a salir», señaló.
Ante esta situación, el exministro opinó que la ciudadanía debe «resistir» para «preservar la democracia que sigue amenazada». Mencionó que hay que recuperar el funcionamiento de los partidos políticos y que la sociedad civil debe poner por delante la necesidad de retomar las reformas institucionales.
«Si algo caracteriza a esta clase de política, más allá de estos escándalos vergonzosos y su carácter conservador, es su naturaleza corrupta en todo el sentido de la palabra, no solo por el tipo de conducta, en efecto y con frecuencia ilícita, sino además por representar a sectores informales, mafiosos o abiertamente criminales. Tenemos una clase política que cada vez nos representa menos y cada vez representa más a esos sectores que están más allá del bien», dijo.
Además, señaló que esta clase política es «muy contraria a fortalecer instituciones porque esto es antagónico a representar los intereses mafiosos».
«Si tú representas intereses informales, mafiosos o criminales; no quieres Estado, no quieres instituciones, no quieres justicia», dijo.
Sobre los recientes fallos judiciales sobre derechos humanos, Costa Santolalla resaltó que, a pesar de la clase política, «hay instituciones que se resisten a someterse a los poderes informales o ilegales, que son tan corrosivos».
Por otro lado, sobre el caso de Joaquín Ramírez Gamarra, actual alcalde de Cajamarca investigado por lavado de activos, el excongresista recordó que fue el brazo derecho de Keiko Fujimori, secretario general del partido Fuerza Popular y parlamentario de esta bancada.
«Es un escándalo mayúsculo porque alcanza al partido más fuerte que tenemos en el Perú hoy día y el más influyente en el Congreso», dijo.
Por otro lado, señaló que este caso también tiene que ver con el funcionamiento de las universidades y la «contrarreforma que acaba de salir victoriosa».
«En medio de esto, tenemos la constatación de que son esos intereses mafiosos los que se han tirado abajo la reforma universitaria y la Sunedu. Nuevamente se pone en debate la necesidad de revertir esa decisión. Hay una displicencia en las instituciones y en la sociedad civil a aceptar la derrota que quieren imponer quienes quieren tirarse abajo lo poco que hemos avanzado por ordenar al Estado y ponerlo al servicio de la gente», sostuvo.