Con aroma de Café
Por: Karina Roncal
El despertador sonaba impacientemente, mi cuerpo aún seguía adormecido, en cinco minutos volví en sí y recordé que existía una jornada que cubrir desde temprano. El pronóstico del día anunciaba que todo estaría picante y revoloteante.
Tamalitos, chorizos, chicharrones, yuquitas, juanes, cafecitos y bastantes bebidas frutales, todo se veía atractivo, esta escena era una manera gastronómica de empezar el día decisivo de elecciones en San Martín, quizás los candidatos presentían que para aguantar los resultados debían tener en cuenta esta frase: “Barriga llena, corazón contento”. Cada uno de los ansiosos candidatos se deleitaban de lo mejor en comida, la prensa se volvía partícipe y así comenzaba el día.
Como buenos ciudadanos, la sociedad pensante y no pensante hacía su mejor esfuerzo y acudieron a sus centros de votación, el tránsito se tornaba perturbador, estresante y el sol sofocaba cada vez más; pero todo seguía, se debía cumplir con el deber ciudadano.
Por la tarde, la calma desempolvaba las calles tarapotinas, como una premonición de lo que estaba por suceder. En estos momentos los ataques y peleas se habían esfumado, al parecer la calma también se había instaurado en ellos.
“Sin muchas vainas”, uno de los candidatos con seguridad de los resultados, ya iba generando expectativa en la población, la felicidad ya era notoria y de los ayayeros aún más rebosante. Por otro lado el omnipotente, conocido en las redes sociales como el titiretero mediático, experto en ataques, iba haciendo notar su aparente calma, pues despedirse de lo que tanto anhelaba estaba próximo a suceder.
Por otro lado, un personaje iba recobrando luz, alguien que pasaba hasta por desapercibido, pues por momentos era opacado por los ataques políticos. Hablamos de un político que viste la camiseta de naranja, muchos subestimaron su actitud política y hoy se perfila para ser el Presidente Regional, derrumbando a quienes se pensaba eran fuertes contrincantes, uno de ellos, el conocido “padrastro” del niño bueno.
Referente al último día de la jornada electoral, las actitudes de los políticos ha sido considerablemente mejor que la anterior.
Ante los ojos ya se está dando la infidelidad política, dejando atrás la lealtad que venían profesando, para algunos se ha perdido en cuestión de segundos y de resultados oficiales. Por ello cabe mencionar: “¿Es amor al chancho o a los chicharrones?”
No vamos a sumergirnos en el lodo que se formó en esta contienda electoral, no estuvo tan mal, porque a las finales como decían por ahí, “así sea hace la política en el Perú”.
Los ataques siguen, aún no asimilan que ya no están en jake mate, sino que ya el juego terminó y que la sociedad está cansada de todo este circo. No es el niño blanco con cara de yo no fui, es todo un grupo que destruye redes sociales, que ponen carteles a inocentes mascotas, que atacan a los periodistas, a otros medios de comunicación, a la oposición y a toda una sociedad. ¡Señores, estamos cansados!. Hay candidatos eternos que deben dar un paso al costado, y mirar al futuro, que la vida continúa, no hay por qué llorar.
Se espera que los oficialmente derrotados en esta contienda, salgan fortalecidos, dejen de culpar a sus denuncias en sus anteriores gestiones y asuman que ya siendo 3 años de duro ataque contra todas las personas que se cruzaban por el medio, llegó a su fin y es hora de decir adiós.
La primera vuelta terminó. Nos preparamos para otra jornada y para nuevos resultados que favorezcan a toda una sociedad, que la ayuden a seguir con el desarrollo y que no la estanquen. A la que fortalezcan y generen riqueza, no que la dejen en la banca rota.
Ser presidente regional o alcalde provincial, significa velar por una sociedad, protegerla, construir un futuro mejor, un desarrollo sostenible.
San Martín es rico en todos los sentidos existentes de la vida. Este barco está en marcha, sólo le falta un capitán que lo dirija.
Los días de euforia para algunos seguirá y para otros asesinados su ego, se darán cuenta que su cadáver yace en la política….