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sábado, abril 27, 2024

Fondeagro: Quinta parte

Cuando la Caja Rural de la Región San Martín, que promovimos, logró su formalización se celebró a lo grande con la participación del ministro de Agricultura y el presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional (CTAR). Todos estuvimos alegres y felices, menos Gonzalo Villavicencio Aguilar. Se lograba tener un ente financiero de los agricultores de la Región San Martín, pues ellos compraron paquetes de acciones como requisito para obtener un préstamo del Fondeagro. En el caso de los tractores agrícolas marca Shangai, comparaban 5.000 acciones a valor de un sol por acción y yo prepararía el estudio técnico para ello. A todos les consta, y más aún a los promotores de la Caja Rural, que yo había sido un entusiasta promotor de este proyecto a pesar que personas entendidas e informadas me advirtieron.

Nadie se explica el desenvolvimiento del Fondeagro en un escenario difícil, porque teníamos todo en contra nuestra. Se había desactivado el Banco Agrario y mucha gente creyó que el Fondeagro se había creado para regalar dinero a los agricultores, porque el momento político del conflicto social era serio. En agosto de 1992, cuando se da la ley de creación de las Cajas Rurales, se anunciaba la desactivación de los Fondagros para el 31 de diciembre de 1993. ¿Cómo pudimos trabajar en un escenario en que se anunciaba que la vigencia del Fondeagro ya estaba definida y seguimos en un proceso en donde los agricultores devolvían sus préstamos y nos desenvolvimos en un momento crítico? Al Fondeagro San Martín le dieron recursos monetarios solo hasta el mes de agosto de 1992 y después nos desenvolvimos solos.

En febrero de 1993 se condonan las deudas hasta por dos mil dólares del ex Banco Agrario. En junio de ese mismo año se da el dispositivo condonando las deudas hasta montos de cinco mil dólares. Muchos agricultores nos decían: “Ustedes no se preocupen, porque al final, todas las deudas van a ser condonadas”. Fue, desde luego, un tremendo desafío. Mi experiencia en el ex Banco Agrario y el equipo formado por Manuel Osores Escurra, Manuel Augusto Laínez Guerrero, Eduardo Pinedo del Águila y Roque Guevara Rodríguez, fueron factores decisivos para llevar al Fondeagro a un nivel expectante y que fuera reconocido a nivel nacional. Mi reconocimiento a ellos por sus decencia, sinceridad, seriedad y compromiso; en otras palabras sus idoneidad profesional y solvencia personal, con quienes estuve hasta el final. Fue emocionante y tremendamente motivador trabajar con ellos y de quienes me quedó una amistad perdurable, porque la verdadera amistad se desarrolla sin cálculos y con honestidad.

Para fortalecer el proceso de la Caja Rural se suscribiría el “Convenio de cobranza de préstamos entre el Fondo de Desarrollo Agrario de la Región San Martín y la Caja Rural de Ahorro y Crédito en formación”… Es una historia muy interesante y recurro a fuentes oficiales… No invento ni plagio, y mis creaciones son propias y mis méritos –si los tengo—obedecen a la realidad. Tampoco lucro con trabajos ajenos estafando a la gente. Aunque sí estoy preocupado porque tengo mis cien acciones que no los redimí oportunamente.  (Comunicando Bosque y Cultura).

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