Desde las tres de la tarde de ayer lunes la pollería Las Flores se quemó completamente, como resultado de un corto circuito según las primeras evaluaciones dadas por la oficina de Defensa Civil de la municipalidad de Moyobamba.
El profesor William Rodríguez, testigo del incendio, dijo que el siniestro empezó en la cocina de esta pollería. De inmediato se hicieron presentes los serenos de la comuna y la Compañía de Bomberos, que tuvieron que lidiar con inmensas llamas de fuego que amenazaban consumir también los establecimientos comerciales que están al costado del restaurante.
La pollería fue construida íntegramente de madera, lo que hizo que el fuego avanzara de una manera incontrolable. Los bomberos tuvieron que abastecerse de agua de la pileta principal de la plaza con un carro provisto de una motobomba que succionaba este vital líquido.
La pollería se quemó completamente, carbonizando todo a su paso con espacios de fuego que se resistían a ser sofocados.
Algunos transeúntes tuvieron que cargar en brazos la manguera de la compañía de bomberos para que no sea destrozada por el fuego. A unos diez metros del fuego se sentía la fuerza de las llamas lo que hizo que los policías presentes retiren una gran cantidad de personas que estorbaban el trabajo.
Dijo don William Rodríguez por la fuerza del fuego hizo que un balón de gas explosionara y rajara una pared que colindaban con la pollería.
Todo quedó reducido a cenizas, incluso los cables de luz de la empresa de energía estaban quemados el personal técnico cambió inmediatamente en previsión a algún tipo de desgracia que pudiese ocurrir.
No hubo víctimas que lamentar, pero la pérdida de los propietarios es grande. Un cliente de este establecimiento comercial dijo que la atención en este lugar estaba como cualquier día.
La nota negra la dieron algunos vecinos de la ciudad que vieron en este incendio un espectáculo, ya que filmaban con celulares las bolas de fuego estorbando las labores de sofocación, asimismo se hizo presente un pastor de una iglesia que con megáfono en mano instaba desde una mesa a orar a Dios, recitando versículos de la Biblia. (Alfonso Delgado G.)