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lunes, mayo 6, 2024

La recesión de un niño

Este es el relato de Martín García, un niño de 9 años, que vive en el barrio Huayco. El pequeño regresa a casa de su cercano colegio por las calles de siempre, mientras camina observa a las gentes de siempre, solo que esta vez, ante el severo llamado de atención del auxiliar del cole, por su mediano cabello, debió tomar un servicio de corte de melena en el peluquero del vecindario.

Mientras piensa en el partido de fútbol que perdió en el recreo de hoy, empieza a escuchar las noticias. La emisora comienza a difundir una nota sobre “El Fenómeno de el Niño”, su pronta llegada, posibles consecuencias, inmediatamente después hace su aparición un economista en aquel televisor de la peluquería.

Ese señor de saco azul, con una piel entre amarilla y marrón empieza a explicar sobre la recesión económica, las medidas que debería aplicar el estado en el contexto de un panorama globalizado.

Tino, pues así lo llaman – es su apodo de barrio, sobrenombre de colegio y el sonido favorito de sus padres en su hogar – se quedó reflexivo por las dos contundentes noticias que había escuchado mientras las tijeras hacían su trabajo alrededor de su cabeza toda.

Llega a casa, con el corte de pelo consumado y en medio de sus padres comenta que perdió un partido contra la sección A, fue solo un gol de diferencia que debe ser cobrada con prontitud en la revancha en el patio del colegio del recreo de mañana.

Tino aprovecha para preguntar a sus progenitores sobre “El Fenómeno de el Niño” y aquel desapasionado término de “Recesión Económica”.

Y esta es la historia que, en medio de la inocencia y la preocupación, me da marco a realizar el postulado que quiero abordar en esta semana en la casa editorial del Diario Voces.

Pues estamos entrando a un escenario que va a converger entre muchos eventos climáticos con una caída significativa de la actividad económica en nuestro Perú.

Por un lado, ya existen los dispositivos legales que declaran en estado de emergencia por peligro inminente ante la cada vez más clara posibilidad de “El Fenómeno de el Niño” y, por otro lado, la declaración del Ministro de Economía, Alex Contreras, quien afirmó que no le cabe la menor duda que el país se encuentra en una recesión económica.

Entonces tenemos que tener reflejo de acción, analizar la temporalidad de ambos problemas y presentar salidas en el marco de nuestros sistemas administrativos del estado.

Miremos que los impactos de “El fenómeno de el Niño” puede causar daños en la infraestructura nacional por posibles inundaciones, además de enormes pérdidas en las siembras por lluvias y sequías, pero sin lugar a dudas prepararse,

responder y recuperarse de este evento de la naturaleza va a generar sus costos y lo que se necesita es evitar el colapso y destrucción de la economía peruana.

Este es el momento para priorizar los esfuerzos, en el sector público, privado y desde las familias. Un problema que va afectar a todos necesita la respuesta de todos. Cada uno debe de hacer su tarea desde donde le toque estar.

Y así como Tino tuvo sus preocupaciones, su padre, quien había sido despedido del trabajo ese mismo día, respondió con la voz entrecortada “Tengamos fe, superaremos a la Recesión y el Niño” amado Tino, finalizó.

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