Dicen los sabios: para gobernar se necesita tener visión, propósito y compromiso, y los actores claves de todo el proceso del desarrollo local son los gobiernos locales, que tienen funciones específicas exclusivas como: “Diseñar un plan estratégico de desarrollo económico local sostenible”, y ninguna institución debe pretender usurparle estas funciones. Luego, los gobiernos locales deben “concertar con el sector público y el privado la elaboración y ejecución de programas de apoyo al desarrollo económico local sostenible en su espacio territorial”. Deben tener un plan mínimo y las prioridades relacionadas. No se trata de tener billete como muela de gallo, sino saber cómo gestionar para que los ciudadanos sientan y vivan lo que ellos hacen. No solo levantar monumentos al chullachaqui y al yacuruna. ¿Y dónde deben concertar?
Ese espacio ya existe desde el año 2017 y ningún alcalde quiso darse por enterado a pesar de todas las invitaciones que les hicieron llegar, y es el Comité de Gestión Regional Agrario (CGRA), único espacio de gestión intergubernamental e interinstitucional para ejecutar las políticas públicas agraria, forestal y ambiental y las del cambio climático. Por lo tanto, en el CGRA no van a encontrar billete, sino que ahí se va consensuar cómo actuar para darle –de manera coordinada, consensuada y orgánica— a los ciudadanos esos servicios que están esperando. Por ejemplo: recuperar las fajas marginales, el caudal hídrico, construir ciudades amigables y sostenibles, coordinar la priorización de búsqueda de presupuestos para actividades que se prioricen, etc., y articular todo esto con el trabajo que realiza la Agencia de Regional de Desarrollo.
En junio del año pasado, después de recuperarnos del terror por el anuncio del gerente de desarrollo económico de la municipalidad de Tarapoto, quien declaraba que iban a construir diez parques temáticos, nos dirigimos a la alcaldesa de Tarapoto para decirle que esos espacios merecían otro tratamiento. En primer lugar, hay que conocer el tema y no improvisar. Lamentablemente, nunca tuvimos una respuesta de la autoridad, ni del gerente de esa época. Lo que le quisimos decir a la alcaldesa es que se necesitan espacios públicos que sean sostenibles: esto es, bosques urbanos. Y del tema de los bosques urbanos hemos hablado con alcaldes de las gestiones anteriores, pero ellos estaban en otros planetas. Al respecto, en el diario La República del sábado pasado, reclaman para Piura contar con “bosques urbanos, corredores de arborización, áreas verdes en las principales avenidas”.
La creación de los bosques urbanos es potestad de los gobiernos locales. Por eso les pedimos a los alcaldes para que prioricen su creación, porque ya nos estamos quedando sin bosques. Señores alcaldes: ¡póngase las pilas, sin miedo! Los monumentos al sacharuna –dentro de los parques temáticos–, debe ser un negocio de los privados, pero los gobiernos locales deben gestionar la creación de los bosques urbanos no como expectativa turística, sino para darle una mejor calidad de vida a los ciudadanos y recuperar espacios y ecosistemas donde pasar momentos de solaz y felicidad al contacto de la Naturaleza. (Comunicando Bosque y Cultura).