¡El fórum organizado por la ANRESAM el 28 noviembre con la presencia de los dos panelistas, el médico Pedro Bogarín Vargas y Víctor Noriega Reátegui, fue bastante fortalecedor para el candidato aprista por su gran ponderación de político cuajado en varias campañas que se concentró únicamente en sustentar las bondades de su programa sin caer en la desesperación y la ira como sí lo hizo Víctor Noriega, que se dejó notar en todo momento de su intervención su escasa capacidad política que hacía notar esbozando permanentemente muecas sarcásticas de sonrisa producto de su nerviosismo y limitada capacidad analítica y expositiva para argumentar aspectos de nuestra realidad, y que él mismo reconoció su precaria experiencia en política frente a un experimentado Pedro Bogarín, que hasta el último momento de su exposición mostró sólidos argumentos que graficaron en toda su dimensión las bondades de su propuesta.
En pocas palabras, a su rival Noriega, Pedro Bogarín, le enseñó lo que es hacer pedagogía política, sobre todo cuando dijo: “Me dan ganas de contestarle, pero no lo voy a hacer” en alusión a la catarata de agravios que manifestó el atolondrado candidato fujimorista.
La portátil del candidato Noriega entró en desesperación y cólera cuando ya finalizado el fórum, solo atinaron a las diatribas, los insultos y los griteríos, fiel estilo precisamente de todos los fujimoristas que creen que gritando, insultando y desesperándose se hace política. En esa lógica ellos están convencidos que debe imperar el desorden y el caos, características que le son ajenas al candidato Bogarín y sus simpatizantes que en ningún momento cayeron en estos juegos sucios de gente que aún no entienden que la política debe ser el espacio donde se confronten ideas y propuestas y no calumnias e injurias propias de regímenes dictatoriales y no democráticos donde al adversario se le derrotaba no con argumentos sino con insultos y difamaciones. Estas notorias diferencias entre un candidato que propone y otro que insulta, estamos seguros que serán evaluadas este domingo 07 en la urna.
San Martín no puede arriesgar su despegue y desarrollo; no puede hipotecar el destino de sus ciudadanos a gente inepta que esté a cargo del Gobierno Regional, sobre todo a gente que no quiere aprender de la historia. La gente consciente que ha vivido en carne propia los sinsabores de la dictadura fujimorista caracterizada por la persecución política; la matanza de jóvenes estudiantes (la Cantuta Y Barrios Altos); la compra de medios de comunicación “Diarios chicha”; la sujeción de las Fuerzas Armadas; la compra de congresistas y jueces; la adquisición de aviones malogrados cuando estábamos en guerra con Ecuador (lo cual fue traición a la patria); el remate de empresas públicas; las esterilizaciones forzadas como política de Estado; la compra del poder electoral y del Tribunal Constitucional; el robo de más de seis mil millones de dólares de las arcas del Estado producto de la privatización; los más de doscientos millones de dólares que se le incautaron a Montesinos; el narco avión presidencial; los millones de dólares con que se educaron Keiko y sus hermanos en el extranjero y en síntesis, el afán perverso del fujimontesinismo de destruir al Perú como nación con valores y principios, nos dan una idea clara de a quién nos enfrentamos verdaderamente, Noriega es solo el títere y Rolando y compañía son los titiriteros. Todo esto el electorado sanmartinense que siempre ha tenido buena memoria y la gente joven que no desea nunca más se vuelva repetir esta nefasta historia, estamos seguros levantarán este siete de diciembre las banderas de la democracia y la libertad respaldando la opción seria e integracionista que postula el doctor Bogarín.
Amigo elector, dice un viejo refrán “que todo pueblo tiene el gobernante que se merece”, ¿Seremos capaces este siete de diciembre de convertir a nuestra región en un modelo de desarrollo amazónico que sea el ejemplo para todo nuestro país preservando la naturaleza y respetando el medio ambiente, o caeremos por el abismo de la destrucción de nuestros bosques, nuestros ríos y nuestro futuro?
¡Tú tienes la última palabra!