Siendo los cabildos abiertos, reflejo de una sociedad hartamente insatisfecha producto de sus propias autoridades que en el algún momento dijeron resolver sus problemas y que con el pasar del tiempo, las mismas no solo se iban agudizando, sino que otros problemas más formaron a ser parte de unja colectividad, que muchas veces no todos los ciudadanos de un determinado pueblo o lugar, responden al llamado a poner orden y solución a los problemas.
Se anuncia un cabildo abierto en el distrito de Morales, distrito que mueve ya buenos dividendos económicos, producto mayormente del lugar estratégico donde se encuentra, y no tanto a lo que tiene que ofrecer como distrito, que debería ser parte adicional del engranaje de su cierta dinámica económica, es decir, un lugar que no sea solo el receptáculo por la acogida que la gente elige atraída por todas sus discotecas, que siendo las únicas en la provincia capital, son las más emblemáticas de toda la zona del Dpto de San Martín.
Siempre se dice que somos producto de una sociedad determinada, y un pueblo es como tal, producto también del tipo de autoridad que tiene. Si una autoridad mira como único botín de enriquecerse ilícitamente a través de los tratos, convenios y contratos con las empresas que empiezan a suscribir, muchas veces favoreciendo licitaciones a consorcios que muchas veces pasan a pagar favores para recibir a su vez jugosos beneficios con la ejecución de obras.
Se anuncia asfaltado de calles principales del distrito, mencionando a una de ellas como Jorge Chávez, que ejecutada en su totalidad desde ya estaría descongestionando al Jirón Alfonso Ugarte, que fue ya escenario de muchos accidentes mortales, agregado por cierto a la inoperancia de los conductores de vehículos menores y mayores.
Si las gestiones y obras municipales se hicieran por prioridades, caso del distrito de Morales por ejemplo, ese famoso vulebar, a unos pasos de la I.E. Francisco Izquierdo Ríos, aún de repente ni a estas alturas sería tomado como prioridad, pero fue hecha por obra y gracia del ex alcalde Linder Arévalo Meléndez, que ni aun terminado su gestión, ya exhibía como propiedad suya un moderno edificio. Intentó reelección, y Pezo Carmelo le dijo, hasta aquí nomás, ahora a mi me toca; quiso reelección Carmelo, Philco le dijo, suficiente, ahora, a mí me toca. Como es conocido éste quiso estrenar su gestión exhibiendo un lujoso vehículo, pero le salió el tiro por la culata.
Ya sabemos de Carlos Philco, lo suficiente, como para desearle que tenga por lo menos un buen final, pues al haber empezado mal su gestión, tiene la doble obligación moral, de que su administración tenga un proceso y un final con éxito. Pues de no ser así, estamos ya avisados de otras etapas de letargo del distrito de Morales.
¿Qué debería brindar Morales como distrito? Al presente sus calles principales son intransitables, baches profundos por todo el perímetro de la carretera como que no hubiera maquinaria a disposición para un buen mantenimiento permanente, y en estas condiciones sin dar un buen servicio a su propia comunidad, se da el lujo el alcalde de firmar tratos de servicio de maquinarias con el distrito de la Banda de Shilcayo. Es decir, cual típico irresponsable padre de familia que por creerse que tiene mucho dinero es vanidoso con los de afuera, pero tan negligente e irresponsable con su propia realidad.
Si tuviera en mis manos la agenda del señor Philco, en torno a las situaciones que tiene que informa al pueblo en el cabildo abierto, de seguro me encontraría con ciertos cuestionamientos ya conocidos de la reciente gestión fenecida, pero de seguro no encontraría una sola letra de cuestionamiento a las anteriores gestiones, incluida la gestión del señor Humberto Pinedo (conocido como el popular gallinazo). Éste último siempre hace alarde de su administración que fue intachable y limpia de toda corrupción, y sube a grados su alarde cuando dice que el jirón primero de mayo (ahora asfaltada), se debe porque él solo lo trabajó un primero de mayo.
Fueron otros tiempos lógicamente, incluso había una época donde el alcalde no recibía el sueldo que hoy reciben el jugoso salario todos los alcaldes. Ahí se quería ver vocación de servicio. Hoy no, autoridades elegidas que usan semejante término de “vocación de servicio”, es una paupérrima pobreza hipócrita, porque de por medio a parte del sueldo asignado de forma legal, están otros acuerdos económicos bajo la manga que se tejen con los consorcios para las licitaciones y los millonarios diezmos que es una ganga para los supuestos servidores con “vocación de servicio”.