Una experiencia que de replicarse disminuiría el impacto medioambiental del café como cultivo en la región San Martín, sin perder calidad
POR. Lenin Quevedo Bardález
El Alto Mayo es un espacio privilegiado por la naturaleza. Un rincón del mundo con paisajes impresionantes y ecosistemas dignos de cuentos de duendes y hadas. Pero además es la puerta de entrada de la migración altoandina al nororiente peruano, por lo que también existe una afectación inevitable en el paisaje.
En este lugar, Conservación Internacional viene desarrollando proyectos que buscan mitigar el daño ambiental inevitable de la presencia humana, con la finalidad de cuidar un recurso fundamental para la vida: el agua, que es en resumen, el motor de la vida en la Amazonía. Para ello se desarrollan proyectos que le demuestran a la población asentada que destruir no es el camino para construir una vida mejor, sino que destaca la rentabilidad de la realización de actividades económicas sostenibles.
Percy Summers, director para la Alianza de Bosques Sostenibles de Conservación Internacional, indicó que escogieron el Alto Mayo por ser una zona en la que se encuentran ecosistemas que brindan servicios ambientales como el agua y que además entregan ventajas comparativas en lo que corresponde a relaciones con la población y las autoridades.
El otro sembrío de café
No hay lugar en la Amazonìa mejor dispuesto para la siembra de un café de calidad que el Alto Mayo. Lamentablemente en los ùltimos tiempos, la roya se ha encargado de destruir la producción de los agricultores y obligarlos a ingresar más al interior del bosque de protección del Alto Mayo, lo que ha traído graves consecuencias, más aun si es que hablamos de la referida área de conservación, que con el paso del tiempo ha tenido cada vez mayores impactos.
Angélica Monsalve, pobladora de La Perla del Alto Mayo, poblado al interior del bosque de protección del Alto Mayo, refiere que ellos viven en la zona desde hace 20 años sembrando café, pero que la roya destruyó la mayor parte de las plantaciones.
En este lugar se ha empezado a trabajar acuerdos de conservación, lo que significa que la población se compromete a dejar de deforestar a cambio de recibir asistencia técnica que les ayude a vencer las plagas y de esta manera evitar ser afectados por la roya u otros males.
“Hace algunos años llegaron los técnicos de Conservaciòn Internacional y nos han brindado todo tipo de ayuda, gracias a ellos hemos podido seguir sembrando en nuestras parcelas que han sido afectadas por la roya”, refiere Angélica Monsalve
De acuerdo al técnico Santos Chasquibol Calongos de Conservación Internacional, ellos han ayudado a que los pobladores aprendan a realizar su propio abono además de entregarles asistencia técnica de manera gratuita, alcanzando la producción de un café de mucha calidad, que garantiza una producción mayor en pequeños espacios: donde antes produc{ian 10 quintales, ahora producen hasta 30 y eso significan que no necesitan desboscar más, sino que se han convertido en socios de la conservación.
Otro hecho a destacarse es que la producción de café es absolutamente orgánica, ello significa que no se utilizan productos químicos, lo que disminuye el impacto de esta producción en el medioambiente. Y sobre todo los resultados, han traído además un cambio de actitud de la población beneficiaria y un incremento de la rentabilidad de las tierras
No obstante, el proyecto no se circunscribe únicamente al bosque de protección, sino que además abarca otros espacios de importancia para la cuenca del río Mayo, con lo que se suma esfuerzos para brindar servicios ecosistémicos
Asì es, el proyecto involucra a familias que se encuentran ubicadas en la cuenca del río Mayo, ayudando de esta manera a una adecuada utilización del suelo y una siembra sin la utilización de químicos, evitando contaminar el medioambiente.