Nadie quiere ceder, ni el SUTESAM ni el Gobierno Regional de San Martín, cada quien juega su partido aparte, y los más perjudicados son los alumnos, ya se habla de pérdida del año escolar
Julio Quevedo Bardález
Las mesas de diálogo en las huelgas de sectores públicos, nunca tuvieron un final felíz, nos acordamos de la huelga emprendida por el sector Salud, querían que en la mesa se siente el expresidente César Villanueva, de igual modo, hoy en la huelga del SUTEP, la dirigencia magisterial no quiere un interlocutor válido que no fuera el gobernador Víctor Noriega.
Funcionarios del GORESAM crearon la frasecita “interlocutor válido”, es decir, se sientan en la mesa funcionarios y sindicalistas, para buscar una solución a una huelga que por intransigencia de los dos lados no se puede culminar.
Más que interlocutores válidos o inválidos; uno debe llegar a la mesa de diálogo como negociador, y eso deberia ser en las dos partes, y ceder en algunas tratativas, no significa que estás perdiendo piso; sino que las negociaciones deben seguir hasta culminar un rumbo, que es el término de la huelga.
Pero con los dimes y diretes entre Lucinda Vásquez, quien afirma que Pilar Saavedra no tiene ética ni moral para ser parte de la mesa de diálogo, o Pilar Saavedra hablando de Lucinda Vásquez como responsable de un paro netamente politico; nunca se llegará a acuerdos.
Los docentes en huelga, sueñan a Noriega, trayendo en bandeja de plata la cabeza de Pilar Saavedra, mientras que funcionarios del GORESAM creían que tendrían aceptación de los padres de familia para que pueda levantarse la medida de lucha, lo cual no se dió y ahora a esperar el 30 de octubre para saber cuántos millones de los 15 del saldo presupuestal, irán al magisterio, ojo al magisterio regional y no solo a la provincia de San Martín.
La pelota está en la cancha del gobierno regional, pero lamentablemente no tiene negociadores competentes y se espera la mediación de la Iglesia Católica para ver si el Señor de los Milagros, nos hace el prodigio de culminar esta paralización que afecta la clausura del año escolar.