Hola mis queridos lectores, mi saludo de miércoles como debe ser con la consideración. Bien como se merece analizar nuestra vida y la de un ciudadano de siempre ahora me hace difícil entender en nuestro país que estamos observando esta carrera política que no tiene nada de respeto y eticidad por los dos lados ni por las instituciones como JNE -Jurado Nacional de elecciones- y los partidos políticos. Entonces estos políticos de hoy son más falsos que el maní crudo. No creo que a este paso la corrupción puede culminar en el Perú, pregunto ¿Por qué el JNE, no soluciona este proceso electoral?…
Es cierto que no existe honestidad y celeridad a esta altura faltando casi días no saben si Guzmán o Acuña van. Saben que se vayan al diablo estos integrantes del JNE, Entonces la democracia la política y la institucionalidad ha perdido de la exigencia ética que tanto no practicamos cada experiencia es una forma de vida.
La mentira política está de moda, ahora ningún candidato apuesta por romper ese mundo oscuro de la corrupción en el Perú, este flagelo se ha institucionalizado en toda dimensión, estos candidatos no son honestos nadie habla de una transformación cultural la corrupción es cultura y por eso estos políticos mentirosos tienen miedo de incluir la cultura y transformación que en su cabeza y en su rostro duele y pesa.
Todos son los mismo se ha perdido la eticidad. Nada más objetivo que las relaciones sociales del hombre en sociedad, pese a que la conciencia del ciudadano tiene que ver con su subjetividad en tanto sujeto individualizado. Auscultar esa eticidad colectiva es importante.
Aunque después se equivoquen, los ciudadanos desean que los potenciales candidatos sean honestos (que no mientan), que sean honrados (que no roben), que sean correctos (no corruptos). Pero, ¿Por qué a los políticos les cuesta ser hombres virtuosos? ¿Por qué el ejercicio de la política está divorciado del comportamiento ético? En Perú no está bien seguir eligiendo: sea por el “mal menor”, o por el que aparece como “buena gente”, o por el que “mejor promete”, o por el que “más regalos entrega”, por la “pinta” o por la “labia” que maneja el candidato. De esta confusión colectiva precisamente se aprovechan los políticos, hay que evitar darles en la yema del gusto.
Me desespera los spots propagandístico con poca eficacia ya no hay creatividad nadie les cree, keiko no molesten, cuando yo estudiaba en la universidad en Lima, ella se daba la gran vida estudiando en la universidad de un país lejano que no es el Perú, Alan García un gordo de sorpresas que busca encasillarnos con su verbo florido además de PPK un peruano disfrazado de gringo que en su momento de recuperar el producto del gaseoducto le importó un aire, Acuña un pobre que se disfraza de poder y al final se envuelve en su mentira y deshonestidad y peor de los demás sabe solo quieren el poder y dejar al tacho de una buena gobernabilidad seguir siempre deshonesto. Todos son iguales como cortando la paja en un molde de sombrero riojano.
Solo me queda advertir que nuestros candidatos de hoy perdieron la honestidad, y eso es un valor fundamental para el desarrollo de la eficiencia y eficacia para la gobernanza. Mis queridos ya no vayamos a las urnas solo porque cae bien sino al contrario analizar desde un punto de vista social, cultural y educativo. Estos sinvergüenzas perdieron todo el estilo de persona se disfraza como cerdos y luego de un tiempo son más que lobos con colmillos hambrientos y nosotros solo nos quedamos de observador y buscando rumores para apaciguarnos que esto está bien. Hasta la próxima es nuestra razón.