22.7 C
Tarapoto
martes, mayo 7, 2024

La alianza descentralista

01

Es una buena noticia para los demócratas del Perú y aquellos que en el mundo siguen atentamente el desarrollo de la segunda vuelta electoral, el apoyo abierto y sin condiciones que ha brindado Alianza Para el Progreso, el partido provinciano cuyo líder fue excluido de la contienda electoral debido a las maniobras del fujimorismo en el JNE, luego de una intensa e inmisericorde campaña de desprestigio montada por el grupo de prensa escrita, radial y televisiva “El Comercio”, el mismo que acaba de hacer condenar al periodista Rafo León por haberse atrevido a ironizar con los despropósitos de la ex editora del diario de Baquíjano, Marta Meier Miró-Quesada.

Si eso le hacen a Rafo León uno de los “suyos”, socialmente hablando- hay que imaginar el tremendo disgusto que tuvieron cuando un provinciano, además de serrano y empresario emergente exitoso, como Acuña, parecía que les iba a cortar las alas de su apuesta para el 2016: el “fujikeikismo”. Por lo que no pararon en su guerra de denuncias y calumnias contra Acuña hasta conseguir que la población peruana que se inclinaba por éste, siempre tan desinformada y cambiante, se creyera el cuento de los plagios. Pero eso no les bastó: le asestaron lo que ellos pensaron era el golpe final: Lo sacaron de carrera por la misma causal por la que luego “la primera dama de la dictadura” fue invitada a continuar.

Pero con lo que no contaron era con que Acuña y su movimiento provinciano, que hace tiempo terminó con el mito del “solido norte” aprista, era mucho más que un cacique local como los que tanto siempre le gustaron a la oligarquía peruana desde la independencia. Como Sánchez Cerro, por ejemplo, al que despreciaban por su origen afroindígena, pero del que no tuvieron ascos de hacerlo contraer matrimonio con una de las hijas de los Miró-Quesada, lo que demuestra que esta mala estirpe, que durante la guerra con Chile, sacaba en titulares de su diario “¡Primero los chilenos que Piérola!”, no se detiene ante nada con tal de conseguir sus objetivos de continuar dominando al pueblo peruano.

Por eso han apostado por la que ellos mismos llaman en privado y con desprecio, “la china”, y no por un hombre con el que –coloquialmente hablando- se entienden mejor, como Kuczynski. Y es que PPK, a pesar de asumir el pensamiento neoliberal en política macroeconómica, ha demostrado que también es una persona de principios, con los que se puede discrepar, pero que no está dispuesto a dejarse manipular por ningún grupo de poder criollo o externo, sino, que dentro de su concepción económica, lo que hay que hacer en el Perú es precisamente desprenderse de todos estos grupos de poder mercantilistas y proyectar al país –sin salir del sistema capitalista, claro,- en un espacio de proyección a un estado de bienestar, que es el que predomina en las democracias occidentales, que son su referente.

Esto puede no gustar a algunos candidatos antisistema como Verónika Mendoza, pero sí es garantía que un gobierno de PPK respetaría los espacios políticos en que podría moverse una oposición de izquierda, al contrario de las medidas represivas y corruptas que tomaría el fujimorismo, más aún si concentran todos los poderes del estado, pues ya sabemos cómo funciona el poder judicial, sino basta con remitirse a los tanques en el Palacio de Justicia en abril de 1992-. Es de esperar que la proverbial cortedad de miras de algunos dirigentes de ultraizquierda, como Santos, por ejemplo, y sectores obtusos del Frente Amplio no entren en el juego leninista de “agudizar las contradicciones” para que una dictadura fujimorista legalmente elegida les sirva de trampolín para ser alternativa el 2021.

Si así lo piensan, se equivocan, pues, como Adolfo Hitler, que fue elegido con el voto mayoritario de los alemanes, Keiko Fujimori no vacilaría en cortar de raíz al movimiento de izquierda popular que en estos últimos años de democracia “burguesa” representativa ha conseguido recuperarse del tifón fujimontesinista. Es por ello que las adhesiones a PPK, como las del carismático Julio Guzmán, son gestos importantes a través de los cuales el pueblo peruano puede ir tomando conciencia en este mes que resta para la segunda vuelta cuál es el candidato que le ofrece mejores alternativas para que se pueda profundizar una reforma social y económica en democracia en el 2021.

Y aquí es donde entra la alianza descentralista con los pueblos del Perú de PPK, cuando han aceptado el importante apoyo de APP y de sus bases en todo el Perú, especialmente en el norte, como ya lo han demostrado sin tener candidato presidencial. Este apoyo es sin condiciones y con la única prioridad, expuesta por el jefe del Plan de Gobierno de APP, César Villanueva, de iniciar sin demora desde el ejecutivo el proceso de descentralización que urgentemente necesita el Perú y sin el cual, ninguna de las medidas tecnocráticas del equipo de Kuczynski podrían llegar a buen puerto.

En buena hora que esto haya sido escuchado y bien recibido, pues nos da la garantía que, aún con una bancada fujimorista reaccionaria y negativa, el Perú profundo podrá ser escuchado y sus demandas tomadas en cuenta con medidas decididas del Ejecutivo que nos lleven a los peruanos a ubicarnos decididamente sin desventajas competitivas frente al siglo XXI.

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,547FansMe gusta
280SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos