24.8 C
Tarapoto
domingo, abril 28, 2024

Cárceles con olor a Fujimori

02

No estamos frente a dos propuestas para ser elegidas este 5 de junio como segunda vuelta en este proceso eleccionario. No podemos hablar de dos propuestas, pues lo que exhiben en el caso de PPK, como ministro de economía que fue en varios gobiernos anteriores, no hizo lo que hoy pretende hacer desde el ejecutivo; tenía para proponer y presionar a sus jefes que tuvo en el ejecutivo, mejorar el sueldo por ejemplo de los maestros, la policía, el sector salud; emprender acciones de desarrollo a nivel de agua y desagüe, como es su propuesta de bandera tanto en la primera y segunda vuelta. Como ministro de economía que fue, tenía el sartén de la economía por el mango para demostrar que como ministro hubiera desarrollado competencias productivas y de crecimiento, y como candidato a presidente (a futuro que es hoy), lo hubiera hecho mejor, y, sin hacer campaña, tan solo con su presencia, se hubiera ganado la credibilidad de los peruanos.

En cuanto a Keiko, puede repetir como disco rachado que en un probable gobierno suyo, no será igual de corrupto y psicosocial asesino como el de su padre. Esto solamente puede ser creído por dos tipos de tendencias: una, por los grandes financistas empresariales, que se reservan los grandes botines por las facilidades de exoneración tributaria que tienen; la otra tendencia es, esa gran masa de la población de los sectores C, D y E, que le creen a la hija del reo tan literalmente como si no tuviese un pasado de complicidad en los manejos de gobierno de su padre. Con esto se deduce, que la gente de los sectores C, D, y E, leen poco o nada; creen a ciegas, que la hija no será igual que su padre; creen a ciegas, que es bueno que una mujer gobierne. Yo también asumo que sí, (que una mujer gobierne), pero no del tipo de una mujer con una carga de herencia social corrupta de su padre.

Issac Humala, padre de Ollanta Humala, es claro y puntual cuando afirma que el Perú está próximo a entrar en una dinastía, donde el gobierno peruano sea gobernado por temporalidades con el mismo apellido de los fujimori.

Manifiesta además que con Ollanta pudo haber empezado el cambio en el país, pero se arruinó con él (con Ollanta), todo tipo de esperanza política. Comparto la decepción de don Isaac Humala sobre el gobierno entreguista y corrupto de su hijo.

Considero que si el presidente Ollanta Humala, hubiese hecho un gobierno impecable, estos dos (Keiko y PPK), que están disputándose la presidencia, no hubieran aparecido ni en las encuestas, y tan remoto hubieran sido a igual que los primeros candidatos que renunciaron, por no aparecer ni por equivocación en las encuestas.

Vargas Llosa manifiesta en su novela “Cinco Esquinas”, el retrato del Perú caótico, psicosocial y violento, mientras gobernaba Alberto Fujimori. Sostiene de Montesinos que fue el hombre fuerte del gobierno de Fujimori; el que hacía y deshacía; el verdadero patrón del Perú, luego se pregunta Llosa, ¿Cómo podría enfrentarse a un hombre tan poderoso, el maquiavélico asesor del presidente? Hacía alusión al personaje Luciano, empresario exitoso éste que era amenazado por el siniestro y malévolo Montesinos.

Todo indica que si Keiko Fujimori gana, la situación jurídica de varios ex funcionarios fujimoristas, entre civiles y militares (incluyendo por su puesto al papá preso) corre la sociedad el peligro de que estos salgan de las prisiones y vuelvan con más lozanía y bravura para vengarse y enriquecerse con plata de las corporaciones financiaras y del Estado y con plata del narcotráfico, toda vez que en la década de los 90, los aviones Antonov salían del Perú con toneladas de droga hacia el extranjero.

Todo indica que Juana Fujimori, y el cuñadito Aritomi, que son perseguidos por la justicia del Perú, vuelvan cantantes y victoriosos de su dorado Japón; es decir, las cárceles con olor a Fujimori, empezarán como arte de magia a abrirse, incluyendo a Montesinos, que Keiko siempre negó el grado de relación y comunicación que tenían con él, cuando en el fondo son una misma clase, piensan un mismo interés y ambición de gobierno, pues la meta de Fujimori mientras gobernaba, pensaba gobernar 20 años, por eso se aventuró a la reelección, que pagó finalmente caro por esta ambición.

Los gobiernos populistas, campechanos y regalones como fue el gobierno de Fujimori en la década de los 90, esta misma tónica y metodología gubernamental que le salió muy bien a él, su hija, si acaso llega ser elegida, seguirá la misma estrategia de adormecer al pueblo con mil regalías de toda índole, ya sea a nivel de gobierno y a través de sus influencias, que el pueblo no hace otra cosa que quedar agradecido como hasta hoy, y que seguramente seguirá así ese sector social de la C, D y E, cuando Keiko una vez más implante su reino japonés en pleno territorio peruano.

¡Qué poca o nula autoestima nacional tenemos los peruanos!

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,541FansMe gusta
275SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos