Un sujeto que laboraba como vigilante de la carretera Fernando Belaunde Terry, asesinó de un balazo a un licenciado del ejército peruano, quien también se dedicaba al mismo oficio.
El sangriento hecho se registró el pasado sábado 8 de junio al promediar las 10 de la mañana, teniendo como escenario la carretera FBT, a la altura del kilómetro 456 en el sector Keiko Sofía, en circunstancias que la víctima de nombre Noel Vera Coronado (25) natural de Bagua Grande, habría tenido una acalorada discusión con su asesino identificado como Muel Hurtado herrera (41), quien le disparó con una retrocarga a la altura del corazón.
En la escena del crimen también se encontraba otro vigilante de nombre Oscar Mondragón Medina, quien tras presenciar el hecho, se convirtió en principal testigo, el mismo que declaró a la Policía Nacional y a la prensa, la forma como se registró el incidente, manifestando que ambos (la víctima y el asesino), protagonizaron una agresiva discusión donde el fallecido vigilante habría reclamado al agresor quien era jefe del otro grupo de vigilantes que hacían resguardo en la carretera FBT, por no pagar el salario completo a su personal, lo que consideraba “injusto” , siendo en esas circunstancias en que al cargar su retrocarga el vigilante agresor y apuntándole le contestó que no se metiera en su trabajo. “Es mi trabajo, yo sé cómo lo hago, tú no te metas porque te disparo”, siendo en ese mismo acto que le disparó en el pecho, lo que hizo que se desplomara al piso emanando bastante sangre, declaró el testigo.
Tras el crimen, el presunto asesino quien al parecer no era licenciado del ejército, intentó darse a la fuga con dirección a Rioja, siendo capturado por efectivos de la policía de segunda Jerusalén, mientras que el ex comando del ejército peruano, aún con signos de vida había sido trasladado al hospital de Nueva Cajamarca, ingresando a las 10 y 24 minutos, donde el médico de turno solo se limitó a certificar su deceso.
A raíz de los constantes asaltos a mano armada registrados en las carreteras; se puede ver a muchas personas uniformadas portando armamento de corto y largo alcance, quienes realizan servicio de vigilancia para brindar seguridad a los transeúntes, siendo retribuidos por los mismos viajeros que contribuyen con aporte económico simbólico ante su solicitud y se presume que este lamentable hecho se habría producido en disputa por los puestos de vigilancia que estos mismos grupos de “seguridad” han instalado supuestamente en los lugares más vulnerables a lo largo de la carretera FBT. (Carlos Alarcón).