Desde que tengo el recuerdo de las fiestas patrias, tres cosas se guardaban para mí: El desfile escolar, la misa Te Deum y el cambio de Presidente de la República. Odiaba estar formado más de tres horas en la plaza de armas; y lo que guardaba cierto misterio era la celebración de la eucaristía y el “té que tomaba el cura con el presidente”. Nunca me interesó el significado de “Te Deum”; hasta hoy en que escuché tan solemne canto. Siempre fue algo serio y aburrido ver la entrega de la banda presidencial y su respectivo cambio al presidente entrante. Por error, creemos (me incluyo) que la misa a la que asiste el presidente de la República los 28 de julio se llama “te deum”. Como sabemos, el 28 de julio, antes que acuda al Congreso de la República, el jefe de Estado asiste a la Catedral de Lima para la celebración de la misa y tedeum, que por lo general es encabezado por el arzobispo.
TE DEUM, conocido también como ‘himno ambrosiano’, (por su origen en latín) es un cántico cristiano que implica agradecimiento. Se sabe por historia que, José de San Martín, un día después de proclamar la independencia del Perú asistió a misa para que se cante el tedeum, en agradecimiento a Dios por lo conseguido. Sin embargo, su uso no solo se da para este tipo de fecha. Por ejemplo, los cardenales entonan el tedeum cuando se elige a un nuevo Papa, ceremonias de canonización, ordenación de presbíteros. El Papa suele entonarlo cada 31 de diciembre, horas antes que acabe el año. Resumiendo, entonces, un error común es creer que la misa que se oficia cada 28 de julio lleva por nombre “te deum”. El discurso o sermón que el cardenal suele pronunciar en esta misa se llama homilía. Te Deum, significa “A ti, Dios” y es un himno de doce estrofas, de cuya letra en español, mencionaré la primera para una muestra del fervor hacia el creador, de parte de los católicos:
“A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre,
te venera toda la creación”.
Escribe André Suárez, que cada 28 de julio desde 1921 en el Perú se celebra la Misa Solemne y Te Deum, sin que muchos sepan el origen de estas celebraciones eclesiásticas; más aún, hay quienes no saben que esta ceremonia es realmente dos actos oficiales en uno solo. La misa regular llevada a cabo por el Arzobispo de Lima ante la presencia del Presidente oficialmente inicia a las 8:00 a.m. El ‘Te Deum’, que no dura más de tres minutos, viene a ser el himno oficial de la Iglesia Católica tradicionalmente entonada en acción de gracias a Dios. El nombre del cántico viene del latín que significa “A ti, Dios”, tal como reza su primer verso.
Según Suárez, “las dos ceremonias se celebraron en 1821 a cargo del monseñor Bartolomé María de las Heras a pedido del libertador de José de San Martín, para consagrar el fin de la era colonial española, posteriormente la actividad se oficializa en la era republicana”. Los historiadores señalan que, “el responsable musical del oficio religioso en aquella primera celebración fue el violonchelista ítalo-peruano Andrés Bolognesi, quien era Maestro de Capilla de la Catedral y padre de Francisco, el héroe nacional en la Guerra del Pacífico”. El Te Deum, por cierto, no es una ceremonia únicamente celebrada en nuestro país por la Independencia, también se festeja en Chile, Ecuador, Argentina y Colombia. La utilización de esta ceremonia tras la derrota de las tropas realistas tuvo la intención de integrar a la población en beneficio del devenir político nacional.
De acuerdo al antropólogo argentino Pablo Ortemberg, el Te Deum sirvió para “delimitar el carácter solemne del triunfo militar y simbólicamente incluir a Dios en la lucha independentista y la construcción ritual de la autoridad”. Por lo tanto, sirve para autentificar el nuevo sistema gubernamental, ante Dios en beneficio de los peruanos. Tenemos nuevo Presidente, por su triunfo electoral y por mandato constitucional. ¡Mandato Popular!