Por ABEL OCAMPO RUIZ
Numerosos han sido los intentos de organizar el territorio peruano en regiones político administrativas. Así tenemos los Cuatro Suyos en la época del Incanato y las Siete Intendencias durante la Colonia.
En el primer gobierno de Alan García se promulgó la Ley de Bases de Regionalización (N° 24650), que estableció la existencia de doce regiones sin consulta previa, proceso que fue desactivado por el Gobierno de Alberto Fujimori y sustituye a los Gobiernos Regionales por los Consejos Transitorios de Administración Regional CTAR (Ley N° 26922), precisando que la sede de cada Consejo Transitorio será la ciudad capital del correspondiente departamento y que los organismos antes referidos se identificarán con la denominación de CTAR seguido del nombre del departamento respectivo.
Por otro lado, durante el Gobierno de Alejandro Toledo se determinó elegir primero gobiernos regionales y dejar para después la creación de regiones, lo que ha ocasionado que ciudadanos de los diferentes niveles confundan gobiernos regionales con regiones (integración de dos o más departamentos colindantes mediante referéndum).
Ante esta realidad, sería conveniente que el actual Gobierno Nacional promueva una norma que siguiendo los lineamientos de la precitada Ley N° 26922, establezca que en tanto se creen las regiones, los actuales gobiernos regionales se identifiquen con la denominación de gobierno regional seguido del nombre del departamento respectivo. Así por ejemplo Gobierno Regional del Departamento de Tumbes, procediendo de igual forma con los demás departamentos del país.
La expedición de una norma en ese sentido, no irroga gastos al Estado y tendría un beneficio directo e inmediato: evita la aludida confusión, pues la actual organización política de la República es departamental conforme a la vigente Constitución Política del País.