Cuando hablamos de las corporaciones más grandes del Perú, el grupo Intercorp es una de las más importantes, con más de US$ 4,300 millones generados en el 2014 (fuente: El Comercio), esta empresa franquicia cadenas de comida (Bembos, China Wok, Papa Johns, Dunkin Donuts), farmacias (Inkafarma), instituciones educativas (UTP, Innova Schools), cines (Cineplanet), centros comerciales (Real Plaza), entidades financieras (Interbank, Financiera UNO), tiendas por departamento (Oeschle), tiendas de mejoramiento del hogar (Promart), y muchas otrás más que deberían investigar por ustedes mismos. Claramente encontramos un crecimiento horizontal importante en estos últimos años para Intercorp, esto se debe también al crecimiento del país y la evolución de sus niveles socioeconómicos, cuya alza positiva ha favorecido a muchas industrias en el Perú.
En el marco de este crecimiento expansivo, Supermercados Peruanos S.A. ha confirmado la presencia de Plaza Vea en nuestra ciudad de Tarapoto para el primer trimestre del año 2017. En este punto nos hallamos en la encrucijada de una gran oportunidad para muchos productores locales quienes durante estos últimos tiempos han apostado por la calidad y certificación de sus productos, estos tendrán la oportunidad de hacer negocios con este retailer (tal y como lo demostró la última rueda de negocios organizado por el Ministerio de la Producción en donde esta corporación estuvo presente en búsqueda de nuevos proveedores locales), y por otro lado, esta incursión del gigante supermercado de Intercorp supone una gran amenaza para ciertos actores involucrados en la venta retail, quienes todavía no han enfocado sus esfuerzos hacia la competitividad y los cambios en el entorno.
Los factores competitivos son indudablemente los más necesarios hoy en día; en Lima, la escena es aún más cruenta entre los tres “capos” del canal moderno de venta detallista, es decir: Cencosud con Wong y Metro, Falabella con su Tottus y Supermercados Peruanos con Plaza Vea, Vivanda y Mass. Cada tienda cuenta con una propuesta de valor diferenciada para el segmento definido, desde precios bajos y promociones en productos especiales hasta la más alta calidad con un surtido grande a precios premium.
Cuando el grupo Falabella abrió Tottus y seguidamente el Open Plaza en Pucallpa, las reglas del juego cambiaron para las empresas locales, pues la expectativa que generan estas nuevas propuestas – para estas ciudades – no solo recaen en el bolsillo de la gente en cuanto al ahorro por los precios que supone, sino a través de la experiencia de consumo que es lo novedoso del asunto. Pero el rollo no termina ahí, la estrategia de estas empresas no son solo abrir supermercados sino que estos sirvan como “ancla” para la apertura de tiendas por departamento o alguna otra de sus empresas; viéndolo de ese modo, la probabilidad de tener luego a Oeschle, Promart y Cineplat dentro de un Real Plaza en Tarapoto aumentan considerablemente a medida que el mercado local reciba y perciba de la mejor forma la llegada de estas empresas.
Hace un par de días, El Comercio sacó un artículo interesante con respecto de las franquicias en el Perú, este resaltaba un cambio significativo de la cantidad de empresas que son peruanas respecto de las extranjeras, pues después de tantos años, por primera vez tenemos más marcas peruanas que foráneas en el mercado nacional (aunque por muy poco, 218 nacionales y 216 extranjeras), y no solo hablamos de comida sino también de belleza, educación y salud; estas variaciones en el mercado, demuestran las respuestas positivas a las exigencias del entorno de los competidores peruanos. Otro dato interesante es el de Real Plaza, quienes son la cadena de mall más grande del Perú, y aunque Daniel Duharte, su gerente general, ha dicho que el foco de crecimiento será Lima, la posibilidad de tener un Real Plaza en nuestra ciudad se puede volver una realidad cuando los contextos favorables con Plaza Vea empiecen a aparecer.
El análisis es positivo si lo vemos desde el punto de vista del consumidor, pues tendremos a nuestra disposición más opciones para escoger, nuevos motivos para salir de casa con la familia a hacer compras, la experiencia lo justificará; sin embargo, desde el punto de vista del productor, agricultor y pequeño empresario local, las cosas empiezan a ponerse un poco más complejas, pues las exigencias competitivas empiezan a tomar fuerza, demandan mayor calidad, innovación y valor agregado del que todos hablan. El futuro deja de ser del todo incierto si existe planificación y sobretodo una actitud proactiva, entonces será como lo estamos soñando…