24.8 C
Tarapoto
domingo, abril 28, 2024

Razones que me llevaron a ser un librocida

sinutopias

El 23 de abril se celebra el día del
libro, en honor a esos tres grandes de la literatura, que revolucionaron mentes, pensamientos: recalcitrantes algunos, reacios otros, rebeldes muchos, pero devotos al fin a la lectura.
Cada uno de esos grandes con
su propio estilo (caso Cervantes),
sembró la base narrativa de contar
historias que para mucha gente que no tiene el sexto sentido de entender las ilusiones y realidades de un pueblo, le parece insignificante, como la
recreación de su escudero Sancho
Pansa con su fiel amo, el Quijote, y los entuertos de Dulcinea, que un centrado Panza le aconseja muchas veces a su amo, que esos amores de verdad no existen.

II

Mientras que Shakespeare,
sembró la base actoral de muchos artistas de hoy que brillan
en las tablas y las telenovelas.
Las escenas Shakespereanas
salpican a montones develando los amores correspondidos y los
amores opuestos que muchas
veces terminan en escenas de dolor, del vacío emotivo y la muerte
propiamente dicha. Siguen hoy existiendo los Montescos y los
Capuletos, cada uno con sus
prejuicios de ser mejores en la
sociedad, y otros también
acomplejados de ser inferiores o
rebajados de ser queridos.

III

Lope de Vega, no deja de ser el
más aplicado en su género y estilo,
también con ese sabor al dolor
al amor no correspondido, que
a través de sus escenas sembró
la base de los episodios
dramáticos desde el género
costumbrista español a igual que
Cervantes, y desde el género
dramático inglés desde Inglaterra
con William Shakespeare.

IV

El día del libro en estos tiempos
no es otra cosa más que el símbolo
rojo que está en peligro de ser
firmado su partida de defunción
por la misma generación joven
de hoy, que cree que leyendo
a brincones sin ninguna agenda
permanente y sin ningún
compromiso a través de los
espacios virales del whatsapp, del twtter y facebook; al estar
congelados largo tiempo en esos espacios subliminales no sienten su propio entorno lo que están viviendo, no viven su propia
realidad y no viven su propio
tiempo para leer
comprometidamente un texto
diario…no lo hacen por estar
absorbidos por el desborde
atómico de su espacio viral.

V

Estudiantes de los niveles
superiores, todos están
absorbidos en un salón de clase con sus espacios virales, antes que estar absorbidos por las páginas de un texto; aún los profesionales motivan esta realidad diciendo que hoy vivimos otros tiempos… No señor, los tiempos de hoy en cuanto a las tendencias emotivas fueron las mismas que sintió Cervantes, Lope de Vega y Shekespeare.

VI

Son estas tendencias emotivas que le distingue a una persona para vivir con éxito o vivir en el fracaso.
No conozco a lector profesional que haya fracasado, pero la
sociedad está llena de muchos
profesionales fracasados, porque nunca leyeron de verdad, o
simplemente leyeron obligados;
es como no leer absolutamente nada.

VII

Recuerdo que el combustible
Favorito en mi casa, era el kerosene(hoy día está prohibido su venta al público), el embace de mi lamparín con el tubo de vidrio
casi negro se secaba después de la media noche… pues pasaba en guardia permanente todas las
noches absorbido en mis textos literarios, entre novelas y cuentos,
también me seducían los episodios políticos de los protestatarios rusos y del mismo protestatario, José Carlos Mariátegui.

VIII

Un día me convertí en un
tristemente célebre librocida, pues en la tuchpa de mi querida madre (que en paz descanse), en esa hoguera ardiente de las secas leñas que cargaba del monte, arrojé el libro de Mao Tse-tung, pues emisarios de la policía visitaban las viviendas de las personas que sabían que consumíamos muchos libros; persona encontrada con libros político de esos grandes protestatarios de los bolcheviques y de los mencheviques, incluyendo al chino Mao, quedaba en serios aprietos con la justicia. Era el tiempo de los desubicados e ilusionados emerretistas; de los senderistas abimaelistas, que les entró el fusil por el cerebro en vez de la supuesta revolución.

IX

El libro que tú lees, aún del mismo diablo, no te compromete con lo que ahí se cuenta, salvo que permitas que el fusil entre por tu
cerebro, en vez de las ideas que se
impongan como una señal de verdadera revolución.

X

Solo así el hombre cambiará con las ideas que recibe y con la
elaboración de sus propios
pensamientos, y no con las armas
literales, que solo matan, matan
y matan tu propio destino.

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,541FansMe gusta
275SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos