Una región tan promisoria, como efectivamente lo es la Región de San Martin, no logra alcanzar los niveles de desarrollo que sus pobladores ansían.
En un legítimo derecho, es un acto de justicia que no se cumple y que sumerge en la desesperanza a cientos de miles de personas nacidas aquí y otros menos, venidos de diferentes lugares de la Patria y hasta del extranjero.
Obviamente el reclamo de quienes tienen la Región como heredad, no debe seguir siendo ignorado, han transcurrido las últimas dos centuras, después de la ansiada partida de los abusadores españoles que bajo el membrete de “conquistadores”, solo supieron sacar provecho personal de su indebida presencia en estas hermosas y riquísimas comarcas.
Estos episodios históricos pero nefastos, son recordados en el mes de Agosto de cada año, Los canallescos actos cometidos desde la instauración de la Republica, muchos personajes provenientes de familias de cierta posición económica se asentaron en lo que hoy es la Región San Martin, tomando para sí, lo más grandes fértiles y bien ubicados terrenos que hoy gozan de gran valor.
El pueblo, conformado por originarios, sigue sufriendo discriminación precisamente por su origen, la educación les es proporcionada “gratuitamente” por el Estado aunque esto merecería ser discutido. La salud de las familias en toda la Región, no es cuidada “celosamente” como publican las dependencias encargadas de las autopromociones de los servicios de salud. Como dice la “muletilla”, los especialistas en ciertas enfermedades, por su cuenta, y ocasionalmente, vienen a la región, se llenan los bolsillos con el dinero de los que “sí pueden pagar”.
Madrugar haciendo “colas” para recibir atención médica estatal, es un auténtico “vía crucis”, no tan cruel como cuando llueve y no hay refugio.
La entrega gratuita de fármacos a pacientes menesterosos, es tan solo parte de un poema que empezó a escribir un Ministro de Salud cuyo apellido no recordamos.
Los sanmartinenses en edad y capacidad para trabajar, no tienen oportunidad, pues los escasos puestos que ofrece el sector privado, no están disponibles.
El gobierno central no nos hace conocer sus planes, (si es que los tiene) respecto al futuro inmediato de lograr empleos para los miles de hombres y mujeres que lo requieren con extrema urgencia.
Las entidades del Estado se ven limitadas, totalmente en este rubro.
La industria y empresas privadas solo envían especialistas que levantan “in situ” información supuestamente destinada a esos fines. La gran verdad sobre el tema es que la creación de nuevos puestos de trabajo en la Región de San Martin, es tan solo una utopía.
fuentes: Diarios Locales
Diario “VOCES”