Por: Lenin Quevedo Bardález
Julio Arbizú, procurador anticorrupción, llegó a la región San Martín y dio cuenta de las investigaciones que se siguen en contra de un conocido nuestro, Aurelio Pastor Valdivieso.
Según refirió, en torno a la investigación que se le sigue al exministro por los audios de la alcaldesa de Tocache Corina de la Cruz, “el tipo penal de tráfico de influencias no requiere que estas sean ejecutadas, sino que basta que alguien diga tenerlas. Los delitos contra la administración pública no solamente afectan el patrimonio; en el tráfico de influencias, no se involucra dinero del Estado, pero se pone en el imaginario de la gente que para conseguir una sentencia absolutoria o un favor de la administración, hay que tener dinero o hay que tener influencias”.
“El señor Pastor (Valdivieso) pudo ser un vendedor de humo, eso no importa, ya cuando invocó a las influencias, está yendo por encima del derecho igualitario a la justicia”, dijo el funcionario.
En torno a la permanente afirmación de Pastor Valdivieso de que esto se trata de una persecución política, indicó que “hay un perfil del investigado por corrupción, y en ese perfil hay siempre una respuesta que indica que hay una persecución política”.
Los narcoindultos
Dijo asimismo que no es verdad que los indultados durante la gestión de Aurelio Pastor Valdivieso, hayan sido paqueteros o personas involucradas en delitos de poca monta, sino que se trataban de personas que actuaron en banda y que estuvieron involucradas en tráfico de drogas agravado.
“Aquí ha habido personas que podían pagar una ventaja, un dinero, qué se yo, por una conmutación”, refirió.
Dijo asimismo, que hay un promedio de 150 personas que son parejas, hermanos o familiares, que han sido conmutados, lo que haría pensar que clanes de la droga salieron a las calles.
Los delitos por los que es investigado en el caso de los narcoindultos son cohecho pasivo y asociación ilícita para delinquir.