punto y sigue
Edy Tirado Ramos
columnista
El departamento de San Martín representa el 4% del territorio nacional, alberga 800 mil habitantes, concentrados en ciudades intermedias que de una u otra manera cuentan con servicios básicos, es su población básicamente urbana; por otro lado tenemos que su ruralidad es sumamente compleja, desordenada en la ocupación de territorio, incluso con una importante proporción de ocupantes en zonas consideradas de protección y hasta intangibles, de marzo del 2009 hasta la actualidad han trascurrido cinco años desde la publicación de los resultados de la Zonificación Ecológica y Económica como base para el ordenamiento territorial, con el título “Las potencialidades y limitaciones del departamento de San Martín”, la pregunta es, ¿se hace o no necesario voltear la mirada a tan importante documento?, ¿se hace o no necesario realizar un balance de lo transitado, de sus resultados y de su impacto?.
Si el documento en mención hubiera sido respetado en el proceso de inversión pública y privada hoy nos tendríamos que aceptar que es una melodía lejana e inconclusa lo de la “región verde”, que ha descendido incluso al nivel de estafa política; y nuestra región está dejando precisamente de ser verde para convertirse en marrón, por la inaplicabilidad, ya sea por acciones que arrancan aplausos o por terribles omisiones tanto a nivel regional como local, las municipalidades también tienen su cuota de responsabilidad; este fin de semana se publicó en las redes sociales unas fotografías donde camiones de madera trasladaban madera extraída precisamente de la cabecera del río Negro, lugar en el que se viene construyendo una obra pública para abastecer de agua a la ciudad de Rioja, este caso se repite desde Naranjos hasta Tocache, no hay provincia que se salve, y lamentablemente a ritmos acelerados.
Lo descrito representa nuestras limitaciones, pero no todo está perdido, tenemos potencialidades y extraordinarias, como las que representa las tierras con vocación agropecuaria y forestal, para su óptimo aprovechamiento nuestro departamento necesita un proceso planificado de industrialización incluyente, sistemática y a su vez diversificado; este proceso necesita de condiciones básicas y mínimas, y eso pasa por construir una red de comunicaciones, energía y transporte, la asistencia tecnológica es fundamental para mejorar los niveles de productividad, pero con una condición irrenunciable: cuidado estricto del medio ambiente, de los derechos de los pueblos originarios y de los derechos de todos los trabajadores, sin que esto signifique asumir posiciones de “fundamentalismo medioambiental”, es decir aquella que asume el negacionismo total a toda forma de trasformación de las materias primas. Las materias primas son para aprovecharlas, para que generen felicidad y satisfagan necesidades, esta necesidad no debe llevarnos a extremos como lo del “perro del hortelano aprista”, es decir asumir una posición neoliberal de “fundamentalismo minero-industrial”.
Las cosas están claras, San Martín necesita implementar las condiciones que faciliten abriste paso a la industrialización, pero garantizando que se siga manteniendo verde.