El arte está ligado al desarrollo humano. Es un canal de comunicación universal que trasciende las barreras lingüísticas y culturales. A través de diversas disciplinas artísticas como la pintura, la escultura, la música, el teatro, la danza o la literatura, los artistas pueden manifestar ideas y emociones de una manera única.
Una Escuela de Bellas Artes, en nuestra ciudad, desempeñaría un papel fundamental en la forma de pensar y sentir de la sociedad, para provocar cambios; como la desigualdad, la injusticia y la opresión. Los estudiantes a través de sus obras, llamarían la atención sobre determinados problemas sociales y generarían conciencia en la protección de nuestro patrimonio en todas sus latitudes.
Es la construcción de identidades culturales. Al representar tradiciones, costumbres locales, que fortalecerían el sentido de pertenencia y preservación de la herencia cultural, promoviendo la diversidad y la inclusión. Y, por supuesto, el impacto económico, que sería el motor clave para el turismo y el desarrollo local, generando una económica creativa sostenible.
En este contexto, Lamas es la capital folclórica de la región San Martín, foco de irradiación cultural en la amazonia, con 20 comunidades nativas kechwas constituidas; una ciudad, con 16 fiestas tradicionales, todo el año; con 15 danzas ancestrales registradas; la cerámica y las técnicas de la elaboración de los tejidos en algodón, son Patrimonio Cultural de la Nación; la ciudad es un pueblo con encanto, como parte del programa del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.
A nivel internacional, la Organización Mundial del Turismo (OMT), nos reconoció como uno de los pueblos turísticos del mundo y siempre hemos sido el punto de inspiración de muchos artistas y lo más importante, el jolgorio de nuestra gente. Por todo esto, la escuela de Bellas Artes, debe de estar en nuestra ciudad. Por tener un potencial para inspirar y crear corrientes nuevas de arte como: el neo costumbrismo amazónico, inspirado en la cultura indígena; que poblaron estas tierras, hace más de 700 años.
Pedimos a las autoridades regionales estudios de mercado, claros y realistas, por el bien de todos los artistas, que día a día, viven de esta labor.
TOMÁS COTRINA TRIGOZO
DOCENTE UNIVERSITARIO
GESTOR CULTURAL
MIEMBRO DE RECINATUR