Lamas, es una de las ciudades más antiguas de la amazonia peruana, su territorio que actualmente ocupa, tiene una historia que se remonta al conflicto ocurrido entre las tropas del Inca Pachacútec y las tropas de los aguerridos chancas, cuando éstos no pudieron ser sometidos al dominio del imperio de Tawantisuyo.
Cuenta la historia, que, ante el avance del Imperio Incaico, los chancas abandonaron su territorio y se internaron en la selva, pasando por varios poblados a los que sometieron con facilidad. En tales circunstancias, encontraron una zona adecuada para establecerse, fue precisamente la colina donde hoy se ubica la ciudad de Lamas, donde se asentaron, luego de conquistar a los grupos locales de clanes familiares diseminados por el lugar (tribus amazónicas), con quienes lograron armonizar su vida comunal estableciéndose en poblados.
Fue, el caudillo chanca Ankoallo, quien dirigió a sus huestes a dicho lugar, iniciando de esta manera una vida de libertad para su pueblo. De manera tal que, cuando los españoles llegaron a la selva y se internaron en ella se encontraron con este pueblo, descendiente de los chancas, a quienes llamaron “los motilones”.
No fue fácil para los españoles dominar a los aguerridos “motilones” (significa cabeza rapada, que aducían a los monjes de un congregación en España) ya que en varias oportunidades éstos derrotaron a los conquistadores. Sin embargo, la superior tecnología militar de los españoles determinó que en el año de 1650 los motilones sean dominados. De esta manera, el 10 de octubre de 1656 se fundó la “Ciudad del Triunfo de la Santa Cruz de los Motilones”, nombre español de la ciudad, que después de Moyobamba y Saposoa fue incluida en los dominios del Virrey y del Rey de España.
Investigaciones recientes revelan que en ese entonces los conquistadores redujeron a la población natural de todos los valles cercanos para así completar las famosas “encomiendas”. En tal sentido, los señoríos locales desaparecieron para dar lugar a la formación del Fuerte Real de los Motilones, que por la topografía de la zona y su ubicación estratégica le sirvieron como un medio de defensa contra los ataques enemigos.
Luego de la conquista española la población natural fue relegada a los espacios periféricos de la nueva ciudad donde formaron una zona para vivir de acuerdo a sus costumbres y ancestros. Actualmente, a ese lugar se le conoce con el nombre de Wayku, en el que se concentran todos los descendientes de la indomable raza chanca y es, precisamente esta población, la base y fundamento de la cultura de Lamas y del sector del Bajo Mayo. Los pobladores de dicha zona hablan el idioma kechwa, que es una de las tantas variaciones de la lengua Kechwa; cabe señalar que los pobladores kechwas se encuentran diseminados en zonas como el valle del Sisa (provincia El Dorado) y en el Bajo Huallaga (Chazuta). En tal sentido, en términos demográficos podría afirmarse que la población kechwa llegaría aproximadamente a los quince mil habitantes.
En conclusión, Lamas cuenta con una original característica que es la convivencia entre dos grupos étnicos. De un lado, el grupo étnico kechwa lamista, el cual mantiene inalterable su propia cultura a pesar del avance de la humanidad y de la cercanía a ciudades modernas. Por otro lado, el grupo mestizo, que tiene sus propias peculiaridades. Es en la interacción permanente de estos grupos que se logra conformar una alianza especial que fundamenta la frase “Lamas Capital Folklórica de la región San Martín”.
TOMÁS COTRINA TRIGOZO
DOCENTE UNIVERSITARIO
MIEMBRO DE RECINATUR
GESTOR CULTURAL