Otilia Rengifo Canevaro, una madre de familia de 64 años, hace un llamado desesperado a la población de Tarapoto para que la apoyen con ayuda económica que le permita viajar a Lima y completar un tratamiento médico que quedó inconcluso hace más de cinco años. En 2018, Otilia sufrió un accidente doméstico cuando su vivienda se inundó y, al resbalar, se rompió la cadera, lo que obligó a su traslado a la capital, donde fue intervenida quirúrgicamente.
Durante la operación, los médicos le colocaron varios pernos en la cadera para facilitar su recuperación. Con el tiempo, algunos de estos pernos fueron retirados, pero uno de ellos permaneció, a la espera de que el hueso soldara completamente. Sin embargo, la llegada de la pandemia interrumpió todo el proceso, impidiéndole regresar a Lima para continuar con el tratamiento. A ello se sumó la falta de recursos económicos, lo que terminó frustrando por completo su recuperación.
Actualmente, Otilia sufre constantes calambres, dolores intensos y dificultades para caminar, afectando seriamente su calidad de vida. Además, debido al largo tiempo transcurrido, ha perdido sus citas médicas y tendría que empezar desde cero el proceso en los hospitales de la capital. Su situación se agrava por las precarias condiciones en las que vive, ya que incluso su cocina se encuentra en plena vía pública por falta de espacio en su vivienda.
“Yo ya no tengo cómo movilizarme, no puedo trabajar y no tengo familia que me apoye. Solo quiero que me ayuden a llegar a Lima para que me retiren ese perno que me está haciendo daño. Quiero volver a tener una vida normal”, expresó conmovida Otilia, quien se considera una mujer luchadora, pero agotada por los años de dolor y abandono.
Cualquier persona que desee apoyarla puede acercarse a su vivienda ubicada en el jirón Cajamarca 901, en el asentamiento humano 10 de Agosto, en Tarapoto, o comunicarse con ella directamente al número telefónico 959 674 021. La ayuda solidaria de la ciudadanía puede marcar la diferencia en la vida de esta madre que solo desea recuperar su salud y dignidad. Por: Hugo Anteparra