Dedicado a los ingenieros Bernardo Paredes Grández y Alejandro Vásquez Gardini.
La titulación de predios es un acontecimiento tremendo para los agricultores, sobre todo en un país en donde la propiedad rural ha sido siempre precaria; incluso, hasta hace poco, cuando ni los títulos podían garantizar el financiamiento de las inversiones de los productores del campo. Superado el momento histórico en el que los certificados de posesión eran suficientes para obtener un crédito en el ex Banco Agrario, ahora se habla de la seguridad jurídica en el campo, y que lo da un título de propiedad totalmente saneado.
El Gobierno Regional de San Martín, a través de la Dirección Regional de Agricultura, con financiamiento de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) se encuentra titulando predios en la provincia de El Dorado, mediante una Actividad de Saneamiento. Se trata de actualizar el catastro rural o replanteo de las propiedades en vista que se han producido ventas, herencias, etc., lo que ha configurado un nuevo mapa de las propiedades en el campo. Precisamente, estuve presente hace poco en el barrio de Tangarana, San José de Sisa, por invitación de la Sub Coordinación de Titulación, de la sede El Dorado, en un taller de difusión e información para el propósito de la Actividad dirigida a los productores del sector.
Precisé que es necesario introducir durante las charlas de difusión, el concepto filosófico de la propiedad, lo que no es sino la dimensión limitada de la pertenencia, aspecto que, entiendo, es la primera vez que se señala en una convocatoria de este tipo y que se señala en el presente artículo. Me explico: los espacios territoriales (predios) no se enajenan en un sentido absoluto y perpetuo a favor de una persona y para que ésta haga lo que su libre albedrío le ordene, zurrándose en los demás. Obviamente, tiene que ver en ello el concepto del “desarrollo sostenible”.
El significado de la propiedad rural debe tratarse con bastante insistencia, cuando no con agresividad, más aún en un territorio como la provincia de El Dorado, terriblemente deforestado. He insinuado estrategias para una tarea de sensibilización permanente dirigido a los propietarios rurales y hacerles comprender que lo que ellos hacen es una actividad económica y un negocio, como alguna vez expresó Héctor Flores Samanez, último presidente del ex Banco Agrario del Perú. Lo hecho en San José de Sisa debe replicarse en toda la Región. Y hacer que los agricultores comprendan que la propiedad rural, principalmente, tiene el sentido de un encargo. Pero, es necesario que todos entiendan el tema. En mi caso, estoy poniendo mi granito de arena, pues, también, he propuesto una Ordenanza Regional que los “especialistas” de la gestión anterior boicotearon groseramente y espero que los Consejeros de la actual gestión la retomen.
No puedo dejar de reconocer y felicitar al equipo de la Dirección Regional de Agricultura San Martín, a través de la Dirección de Titulación, Reversión de Tierras y Catastro Rural, por ese extraordinario evento, y agradecerles, también, por haberme invitado a dicho Taller que me dio la oportunidad de introducir un aspecto tan importante como es el tema de la propiedad rural, tratado desde del punto del derecho y la filosofía y el uso de los bienes respetando los derechos ciudadanos. (Pido disculpas a los abogados por meterme en sus temas).