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lunes, mayo 12, 2025
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La delincuencia consecuencia del tipo de políticos que tenemos

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Declaratorias de emergencia como en la Provincia Constitucional del Callao; fiscales amenazados de muerte y que se ven obligados a ponerse los chalecos antibalas; jueces que no tienen una vida de independencia de seguridad, tranquila y en paz; Decreto Legislativo N° 1194 que busca la mejor estrategia para solucionar de una manera rápida delitos de consideraciones mayores. Todo esto en el marco de un país que se dice vivir en democracia y en mejores despuntes de la economía. Todo país cosecha lo que sus autoridades siembran, y toda autoridad actúa porque así lo permitimos los ciudadanos eligiéndolos en los momentos de sufragio.

Deduzcamos por ejemplo el contenido de una ley del aprista Javier Velásquez Quesquén, que por supuesto no tuvo el eco de aprobación por ser 100% intencionada a coludirse con la delincuencia encorbatada cuando manifiesta a ser incluido en el Código Penal una pena de 6 años de cárcel para aquellos que difundan audios y conversaciones privadas sin consentimiento del interlocutor.

Ideas como esta sin el menor contenido de beneficio para el pueblo, lógicamente no solo fue rechazado por algunos parlamentarios, sino de una manera especial por el ciudadano de a pie, que vive (vivimos) día a día la cruda realidad de nuestras sociedades con sus errores, fracasos y con sus esperanzas de ser mejores, partiendo de uno mismo. Ya quedó en la historia del pasado que el futuro de nuestras sociedades está en las autoridades…está en nosotros. No nos dejemos llevar por los bonitos cantares de los que hoy pretenden llegar una vez más al poder.

Ideas bastardas pretenden convertirlas en ley, porque sabe aquél congresista que aún son conscientes del delito flagrante que cometieron sus compañeros autores del famoso “Petroaudios”, y como la justicia en el país no mira a todos con el mismo castigo cuando los delitos de cualquier tipo son cometidos, entonces siguen cantando victorias y más victorias que les permiten seguir soñando para ser gobierno.

¿Cuáles fueron los resultados de castigo de los “petroaudios”? Absolutamente nada, al contrario tienen el descaro como este congresista chiclayano de pretender que el delito tenga su devoción de santidad y que sea el tributo de la corrupción y más corrupción, luego nos quejamos que el delito sigue aumentando y que el gobierno sin más salida salomónica recurre a su única arma literal y facilista como sembrar más y más policías en las calles y llegar al extremo de las declaratorias de emergencia.

Y si miramos por el mismo contexto a los narcoindultos, cuya gracia presidencial de don Alan García permitió que muchos por el delito del narcotráfico salgan en libertad sin haber cumplido su pena de carcelería. Figurémonos cómo un jefe de Estado; una autoridad judicial, un fiscal o un juez, se les pasa por la cabeza para congratularse con lo ilícito y con lo delincuencial, sin tener cálculos temerarios a lo apocalíptico que podrían estar sembrándose a futuro.

Existen muchos sembríos temerarios a futuro que hoy precisamente nuestras autoridades están cosechando, y vuelven a lanzar más recetas políticas y que a la hora de los diagnósticos y cura de la enfermedad, no saben qué hacer más que ampararse en las fuerzas militares y policiales para supuestamente poner en orden la ciudad y frenar la delincuencia.

No quiero ser agorero fatalista, pero todo indica con el tipo de autoridades y políticos que tenemos; con el tipo de candidatos presidenciales que siempre tenemos: sin los perfiles necesarios, y que aun los que lo tienen, se ven presionados primero, por el entorno familiar, ocupando grandes puestos directa o indirectamente en sectores públicos; luego por el entorno de los amigos de la campaña; luego por las grandes transnacionales de los capitales interno y externo.

Por todo esto y otros añadidos negativos del tipo de políticos y candidatos que piensan lucrarse solamente con la política, es que la delincuencia busca cobrar su propio escenario de participación delictiva en la sociedad.

¿Cómo frenar esto? Hazme llegar distinguido lector a mi correo que se menciona en la parte superior de esta mi columna, las propuestas de solución.

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