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viernes, diciembre 6, 2024
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Planificación agraria anual

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El componente promedio de una familia campesina es de cinco personas: papá, mamá y tres hijos. Este grupo humano vive en la chacra y tiene como única actividad la agricultura. Las cinco personas satisfacen sus necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud, vestimenta con el resultado de su trabajo agrario. La visión de la familia campesina ahora es clara: los hijos serán profesionales. Irán a formarse en la universidad, como muchos hijos de agricultores.

La superficie promedio de una parcela es de cinco hectáreas. El agricultor debe planificar el uso integral de esa parcela; es decir, debe zonificar su parcela. De este punto al otro será la faja marginal de bosque intangible, porque las orillas de la fuente de agua las necesitan. Esta superficie, la más plana, será la superficie exclusiva para la producción de cultivos alimenticios: Plátanos, yucas, maíz, maní, camote, ají, dale dale, sacha papa, ashipa, frijoles. No debe ni pensarse en hacer nuevas chacras para este fin. Esta otra superficie, la menos plana, será para la producción de cultivos agroindustriales: Café, cacao, si la parcela está sobre los mil o por debajo de los mil metros sobre el nivel de mar. La superficie más empinada será destinada al bosque familiar. La parcela de todas maneras, por mandato imperativo de la ley o por la necesidad de convivencia en la selva, tiene la obligación de poseer su bosque familiar.

¿Cuáles son las superficies de las fajas marginales, de la parcela para cultivos alimenticios, de la parcela de cultivos agroindustriales y del bosque familiar? Entonces, la familia campesina tiene que planificar el uso de su parcela. Las fajas marginales son los bosques alrededor del riachuelo, de la quebrada, del río, del ojo de agua o de la laguna. En el riachuelo de dos metros de ancho, las fajas marginales no deben ser menores de diez metros de bosque desde la orilla. En las demás fuentes de agua las distancias de las fajas marginales son mayores. El requerimiento de terreno dedicado a la producción de cultivos alimenticios: Plátano, yuca, maní y maíz, es de 2,430 M2, conducido técnicamente, con siembras en líneas a curvas de nivel o transversales, con deshierbos oportunos y suficientes, con barreras vivas y muertas. Es decir, una familia campesina necesita solamente un cuarto de hectárea para la producción de cultivos alimenticios. Para la generación de recursos económicos, se recomienda el establecimiento de tres hectáreas y cuarto de plantaciones de cacao o café. Hasta aquí el agricultor ya cuenta con tres hectáreas y media como superficies comprometidas, disponiendo una hectárea y media para el bosque familiar.

Para la parcela de cultivos alimenticios, se necesitan sembrar 130 machquis anuales de plátano, en 1,380 M2, con 587 nuevos soles de presupuesto, considerando que la familia de cinco consume dos racimos semanales. Para el yucal se necesitan 107 M2 de superficie, con 28 nuevos soles de presupuesto anual, considerando el consumo de 31 kilogramos de yuca semanal (1.5 TM/año). Para el maní se necesitan 45 M2, con 22 nuevos soles de presupuesto anual, considerando el consumo de 2.58 kilos semanales. Para el maíz se necesitan 898 M2 de terreno, con 147 nuevos soles de presupuesto, con el consumo de 28 kilos semanales. Para ésta parcela de cultivos alimenticios de 2,430 M2, se necesita un presupuesto anual de 784 nuevos soles. Entonces, hay necesidad de realizar una planificación agraria anual, para usar adecuadamente el escaso terreno de la parcela, con presupuesto establecido, utilizando bien el recurso humano familiar, adecuándose al medio ambiente natural con el bosque familiar y las fajas marginales, y brindando satisfacción alimenticia solvente a los integrantes de la familia campesina.

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