Es una pena que no haya en la ciudad una política urbanizadora, porque la forma cómo está creciendo la ciudad nos da una visión anticipada que, dentro de unos años, Tarapoto y sus localidades formarán una nueva megalópolis de viviendas tugurizadas, en una urbe con predios de ciento veinte metros cuadrados y sin espacios públicos. Y a las autoridades no parece importarles.
¿Por qué las autoridades no reaccionan ante situaciones previsibles? ¿Por qué los colegios profesionales parecieran estar indiferentes ante este problema? Porque nadie reacciona. Los gremios están para eso, salvo que me equivoque. Y a través de este medio hemos venido llamando la atención sobre el problema y no hay respuestas porque así se manejan las cosas en este tiempo. Ocurriría que a quienes deciden las acciones de gobierno les ocultan las propuestas ciudadanas porque así se sienten más seguros. O las autoridades quisieran darnos a entender que así es la política. Algunos candidatos que se anuncian es probable que sigan ese mismo estilo de entender el desarrollo. Y a algunos que los veíamos “buenos” ya dan muestras de ser lo mismo de siempre.
Con relación a los espacios públicos, nos gustaría saber si el municipio tarapotino informará a la opinión pública sobré qué se va a hacer con el antiguo campo de futbol del “Shuta Boys”. ¿Se lotizará para viviendas? Por la falta de visión de las autoridades se dio en cesión en uso el Campo Ferial, logro del alcalde Reyser Gómez; perdimos el antiguo Campo San Martín, lugar de entrenamiento del histórico Boys Tabacones, cuyo mecenas fue el ingeniero Del Carpio, que llegaría a ser alcalde de Tarapoto. Desapareció la laguna Maranata, que quedaba en La Hoyada, sector de donde eran los de la orquesta Marcospión, que hizo delirar a los bailiteros en los años setenta. Y a todo espacio que queda libre le echan el ojo para construir edificaciones.
Sobre el antiguo campo del Shuta Boys se escuchan rumores de que lo quisieran vender. Esta referencia lo escuché en alguna parte y los socios del histórico equipo de fútbol deben estar advertidos porque los podrían sorprender y quedarse sin nada. Ayer mismo, en el Mercado 2 escuché sin querer queriendo que el terreno del Mercado 3, del Huaico, tiene su futuro como centro comercial. ¿Y nuestros parques? ¿Esos espacios públicos libres para los ciudadanos? ¿Dónde encontraremos esos lugares de sano esparcimiento donde no vendan cervezas ni se escuchen ruidos estridentes y encontremos paz? Porque una ciudad sin árboles es como un calvo sin peine.
Tal vez mi amigo Grundel me escuche. Porque ante la nula posibilidad de tratar con mi otro amigo Carlitos Philco, sobre el asfaltado de las calles del Coliseo Cerrado de Morales, he recurrido de manera formal al alcalde tarapotino. Es una verdad que los alcaldes jamás dan respuesta a las comunicaciones, pero soñar no cuesta nada. Y aprovecho este espacio para agradecerle a Grundel por el asfaltado de las calles de Tarapoto. Podría pasar a la historia. Le falta un poquito. Pero tiene que tener visión. [Comunicando Bosque y Cultura – Comunicando].