Más del 60% de las instituciones educativas de la Amazonía peruana no cuentan con servicios de agua y desagüe y más del 64% carecen de electricidad.
Si comparamos con las instituciones que cuentan con los tres servicios básicos en el ámbito nacional, estos alcanzan casi el 40%, pero en el ámbito rural baja al 22%, y en regiones amazónicas como Ucayali y Loreto llega al 11% y 6.1%respectivamente.
El principal logro de la educación pública peruana es, sin duda, el incremento del acceso al sistema educativo, y más notable aún en el nivel de educación primaria, que a 2019, antes de la pandemia, llegó a ser prácticamente universal, inclusive en la Amazonía. Sin embargo, en los niveles de inicial y secundaria se puede observar que la selva es la región con los menores niveles de acceso.
Aunque se han dado importantes avances en la calidad de la educación en los últimos años, sobre todo en educación primaria, las regiones y territorios amazónicos siguen teniendo los niveles más bajos de logros de aprendizaje, con puntajes hasta tres veces menores que los promedios nacionales, que ya son bajos.
Los modelos de servicios educativos que el Ministerio de Educación – MINEDU ha diseñado y se vienen desarrollando no están cubriendo ni mínimamente las demandas que existen en la Amazonía. Ninguno de los modelos de inicial, primaria y de los siete modelos de la secundaria están siendo implementados con todos los componentes que comprenden para lograr una educación de calidad.
No hay ningún pueblo indígena que esté siendo atendido en su totalidad con el Modelo de Servicio de EIB. El balance de implementación del Plan Nacional de EIB evidencia que solo el 19,5 % de los estudiantes indígenas de inicial y el 21,6 % de primaria acceden a una escuela que tiene los tres componentes de calidad básicos. El componente más avanzado es el de la producción de materiales educativos en más de 30 de las 40 lenguas que cuentan con escuelas EIB en el Perú. El elemento con menores avances es el de la formación inicial y en servicio de docentes EIB.
Situación de los docentes
Existe un déficit de docentes formados y/o capacitados para atender las demandas educativas en la Amazonía, muy particular docentes que dominan una lengua indígena y el castellano y estén formados en educación intercultural bilingüe (EIB). El profesor vive una gran inestabilidad laboral y socioemocional: entre el 70 y 85% de ellos son contratados, lo que les exige destinar los últimos meses del año a buscar su nueva plaza laboral. Esta volatilidad dificulta la ya de por sí difícil adaptación en la comunidad, la logística que conlleva (alojamiento, alimentación, traslados) y el alejamiento en que se encuentra. El cambio de plaza también favorece la discontinuidad de los procesos educativos desarrollados en el aula y la comunidad.
La educación superior
La educación superior universitaria sigue siendo la más valorada, pero a la que menos acceden los estudiantes de la Amazonía. Menos del 10% de los estudiantes que terminan secundaria continúan realizando estudios superiores. Es necesario promover la valoración de otras formas y trayectorias de formación superior, como la educación técnico-productiva, pedagógica, tecnológica o artística. Existe un potencial enorme en el desarrollo de una educación técnico productiva que debería empezar en la secundaria y consolidarse con las ofertas técnicas en los distintos territorios.
Mujer y violencia sexual
En la mayoría de los índices de desarrollo, la mujer goza de menos oportunidades que el varón. En zonas indígenas, además, sufre una mayor desconexión tanto al interior de sus comunidades, con tradiciones en permanente cambio, como en su relación con la cultura “occidental”, por su menor participación en ella. La impunidad es frecuente ante casos de violencia sexual y malos tratos, la mayoría, como indican las estadísticas, realizadas por familiares directos. Esto no quita que existan poderosas iniciativas de mujeres vinculadas al turismo, a proyectos de desarrollo comunitario, emprendimientos laborales y de participación política.
La violencia sexual es causa determinante en el embarazo adolescente y todavía existe una alta tolerancia hacia ella. La violencia sexual en el ámbito educativo es especialmente grave, no solo por los niveles de vulnerabilidad que alcanza, sino por las elevadas cifras de profesores implicados.
En conclusión
Los desafíos en términos de acceso, pertinencia y calidad educativa siguen siendo significativos, reflejándose en los indicadores de matrícula, retención, aprobación y adquisición de aprendizajes, que se sitúan entre los más bajos del país, queda todavía mucho por hacer. Fuente UUNESCO