La evaluación de desempeño a directores de colegios públicos en Perú reveló que más del 50% no aprobaron, lo que generará su destitución a días del inicio del año escolar 2025.
La evaluación de desempeño aplicada a directores y subdirectores de colegios públicos en Perú arrojó resultados preocupantes: más de la mitad de los participantes no superó la prueba, lo que llevará a su destitución a pocos días del inicio del año escolar 2025. Esta situación ha generado preocupación en el sector educativo, debido al posible impacto en la gestión y planificación académica de varias instituciones.
En Lima Metropolitana, de los 940 directivos evaluados, solo 492 (53%) aprobaron, mientras que 448 (47%) no alcanzaron el puntaje requerido. A nivel nacional, el Ministerio de Educación (Minedu) informó que, de los 5.613 directivos evaluados, 2.841 (50,7%) fueron desaprobados, mientras que 2.772 (49,3%) continuarán en el cargo por cuatro años más.
Como consecuencia, aquellos directores y subdirectores que no pasaron la evaluación deberán regresar a sus plazas como docentes nombrados, retomando la labor de enseñanza en las aulas. Mientras que sus cargos serán asumidos por nuevos directores. Esto a pocas semanas del año escolar 2025, cuyo inicio de clases está programado para el 17 de marzo.
La confiabilidad de la evaluación en duda
El exministro de Educación, Idel Vexler, manifestó su inquietud por la gran cantidad de directores que no lograron aprobar la evaluación de desempeño, lo que los obliga a dejar sus cargos a pocos días del inicio del año escolar 2025. En ese sentido, considera que las autoridades deben revisar el modelo de evaluación aplicado. «Es muy preocupante que de los directores que han sido evaluados para ser ratificados después de cuatro años de ejercicio en el cargo, más del 50% haya desaprobado», señaló.
Además, cuestionó la confiabilidad de los métodos utilizados en el proceso: «Este asunto nos debería convocar a una reflexión acerca de las rúbricas, de los instrumentos de evaluación aplicados para ver si son confiables, medibles y pertinentes».
Para Vexler, es fundamental analizar a profundidad el proceso y a quienes estuvieron a cargo de la evaluación. «Hay que revisar a los evaluadores que han aplicado estas pruebas, porque creo que han sido de manera escrita y oral», afirmó.