Todos nosotros, por una razón u otra, hemos usado o vamos a tener que usar algún tipo de antibiótico.
Es un tema frecuente en la salud, a nivel mundial. El consumo de antibióticos solo es superado por el consumo de analgésicos (medicamentos para el dolor).
Pero los mitos y creencias sobre el uso de antibióticos son muy populares y hacen, la gran mayoría de veces, que se usen antibióticos no adecuados y que no cumplan su función.
“ESTE ANTIBIÓTICO ME VA A BAJAR LAS DEFENSAS”
“ESTE ANTIBIÓTICO ME VA A BAJAR LA HEMOGLOBINA”
FALSO. Las defensas del organismo funcionan por varios mecanismos y tienen que ver muy poco con el uso de antibióticos.
La mayoría de las veces la inmunidad está mediada por los glóbulos blancos y otras sustancias químicas y casi ningún antibiótico la afecta de manera específica.
Prácticamente ningún antibiótico de uso común hoy en día es causante de anemia.
“ME VOY A CORTAR LA GRIPE CON ESTA AMOXICILINA”
FALSO. La creencia sobre la posibilidad de evitar un cuadro infeccioso viral por el uso temprano de antibióticos es muy frecuente.
Su uso no surte ningún efecto beneficioso. Al contrario, puede resultar perjudicial.
La mayoría de las infecciones respiratorias (un 90%) son producidas por virus que no requieren antibióticos, son autolimitadas y mejoran espontáneamente.
“UN ANTIBIÓTICO INYECTABLE ACTUA MÁS RÁPIDO”
FALSO. La potencia de los antibióticos no tiene que ver con la vía de administración (oral, intramuscular, endovenosa).
La mayoría de los antibióticos modernos son igual de efectivos independientemente de la vía que se utilice. La vía indicada está más relacionada con el tipo de antibiótico y la causa directa de la infección que con su potencia.
“TÓMATE ESTE ANTIBIÓTICO QUE TENÍA GUARDADO”
GRAN ERROR. La indicación de un antibiótico está basada en el tipo de microorganismo que produce la infección. Hay cientos de bacterias y decenas de antibióticos: lo que funciona para una infección urinaria no funciona para una infección del oído.
La selección óptima del binomio bacteria-antibiótico es un proceso complejo que debe hacerlo personal médico. No un farmacéutico ni un licenciado.
“TOMAR UN ANTIBIÓTICO POR 21 DÍAS… ¿NO ES MUCHO TIEMPO?”
GRAN ERROR. El tiempo del tratamiento está relacionado con la severidad y con el tipo de infección. El médico es el único capacitado para saber cuándo comenzar y cuándo dejar de tomar un antibiótico.
“¿ESE ANTIBIÓTICO NO SERÁ MUY POTENTE? ANTES ME INDICARON UNO DE 250 MG Y FUNCIONÓ”
Los miligramos del antibiótico no son comparables en potencia cuando hablamos de dos antibióticos diferentes, aunque “suenen” parecido.
Por ejemplo, 750 mg de amoxicilina no significa que sea más potente que 500 mg de doxiciclina.
¿SE PUEDE TOMAR EL ANTIBIÓTICO A CUALQUIER HORA?
El intervalo de uso de un antibiótico está directamente relacionado con su estructura molecular. Algunos se toman una vez al día, otros cuatro veces.
Eso no tienen ninguna relación con su potencia. El espacio entre tomas (tiempo entre una dosis y otra) es un punto muy importante para la efectividad.
Debe tomarse en forma estricta, según como lo indicó el médico.
“TOMAR ANTIBIÓTICOS PRODUCE CANSANCIO”
FALSO. Se escucha con mucha frecuencia que tomar antibióticos hace que la persona se sienta con menos fuerza o vitalidad.
No está demostrado que tomar antibióticos produzca este efecto. Este cansancio que se asocia, la mayoría de las veces es atribuible a la propia enfermedad infecciosa y no a un tratamiento con antibióticos.
“LOS ANTIBIÓTICOS SON EL MEJOR TRATAMIENTO PARA LA FIEBRE”
FALSO. Los antibióticos NO FUNCIONAN en cualquier infección y menos cuando solo tenemos fiebre. Es un error tomarlos apenas aparece la fiebre, se tiene un dolor de garganta o una gripe o un catarro.
Estos problemas se resuelven mejor con sintomáticos (medicamentos para la fiebre o para la inflamación).
HASTA QUE NO LE MANDAN ANTIBIÓTICO A MI HIJO, NO SE LE IRÁ LA FIEBRE”
FALSO. La fiebre es un síntoma más de infección como pueden ser los mocos o la diarrea.
En el caso de que la fiebre sea síntoma de una infección bacteriana, ésta desaparecerá al iniciar el antibiótico, mientras que, si se debe a una infección por un virus, la fiebre continuará pese a la toma de antibiótico.
Este es el motivo por el que muchos niños que inician un tratamiento antibiótico sin una indicación correcta persisten con fiebre.
“CUANDO EL MOCO SE PONE VERDE, ES EL MOMENTO DE TOMAR UN ANTIBIÓTICO”
FALSO. Los mocos son un síntoma habitual en las infecciones respiratorias causadas por virus.
Durante estas infecciones el moco suele cambiar de color (primero trasparente, luego amarillo y por último verde). Estos cambios no indican que la infección esté evolucionando peor o que se necesite antibiótico, simplemente es el proceso habitual en este tipo de infecciones, que generalmente se autolimitan.
“COMO ME HAN MANDADO 6.7 ML CADA 8 HORAS Y EN LA CAJA VIENE UNA CUCHARA DE 5 ML, LE DARÉ A MI HIJO UN CUCHARADA Y MEDIA”
GRAN ERROR. Como hemos dicho, las dosis están calculadas para cada niño en concreto. Si en la caja del antibiótico no viene una jeringa que te permita administrar la cantidad concreta de antibiótico, debe adquirirse una.
Pueden sugerir temas a tratar a través del WhatsApp 9999 6 2366
Dr. HÉCTOR PEREDA SERNA – PEDIATRA
Consultorio: Jr. Independencia Cuadra 7 (Zaragoza) Moyobamba
Atención: lunes a viernes: mañanas: de 9:30 am. a 12:30 pm.
tardes: de 4 pm a 7 pm.
WhatsApp: 999 962 366
Fanpage: Dr. Héctor Pereda Serna – Pediatra
CELULAR PARA CITAS: 933 839 979