“La última vez que lo vi coincidimos en los estudios de grabación de Pelo Madueño, ahí ya no hablaba, eso me dolió más que su muerte”.
Pedro Suarez Vertiz, el cantante ícono del rock peruano, fallecido recientemente (el 28 de enero se cumple un mes de su partida), estuvo en Tarapoto por varias oportunidades, tres de ellas para dar conciertos, la primera en 1995 en el colegio Santa Rosa, la segunda en 2004 en la recordada discoteca Papillon y la última en el 2008 en el campo del Shuta Boys, y en las dos últimas llamó al escenario al popular “chino”, del Stone Wasi, a estar un rato con él como muestra de su amistad.
¿Cómo conociste a Pedro Suarez Vertiz?
Chino Armando: “En el año 1991 yo era manager del Sargento Pimiento, en Lima, en un tiempo donde formábamos grupos y audiciones de banda, lo conocí cuando el Sargento estaba Miraflores en la calle Alcanfores, la 7 de Larco, Ya había terminado su proceso con Arena Hash, venía con su guitarra, y un cassette para escuchar sus nuevas canciones, conversábamos de rock y de todo, éramos ya muy amigos.
Ese tiempo era productor de varias bandas Líbido, La Liga del Sueño de Pelo Madueño y otros grupos, con Pedro trabajamos en su música y hacíamos conciertos en Arequipa, Cusco, Iquitos, por todos lados.
“El problema” de Pedro era un pata muy sano, muy educado, leía filosofía,
Cuando yo ya vivía en Tarapoto, Pedro venía siempre a Sauce, estuvimos en Puerto Palmeras con Carlitos Gonzales, conversando de todo.
¿Tienes una deuda con Pedro?
Sí, tengo una deuda con él, me jode no haber cumplido, le dije que le iba a llevar ensalada de chonta a Lima, y a pesar de viajar, nunca lo llevé.
¿Qué sentiste con su fallecimiento?
No sentí mucho, soy indolente, pero él estaba preparado, la última vez que lo vi coincidimos en los estudios de grabación de Pelo Madueño, ahí ya no hablaba, eso me dolió más que su muerte.
Hay críticas que dicen que nunca protestó con su música
Pedro ha protestado a su manera, por ejemplo, con la canción “Cuando Pienses en Volver”, es un himno de los tiempos que todos querían salir del país, él no mandaba al carajo en sus canciones, lo decía de otra manera, con mucha elegancia. (Julio Quevedo)