La última aparición de un trapo rojo por el sector de la Banda del Shilcayo, que con ello los mensajeros, que no son más que las huestes del fujimorismo, pretendían hacer creer que una vez más está rebrotando el terrorismo.
El terrorismo, sobre todo en esta parte del Dpto de San Martín, hace ratos fue vencido, pero no fue vencido, por el gobierno de Fujimori(que tanto lo toman como bandera), tampoco fue vencido por el gobierno del APRA, de Toledo, ni mucho menos por el gobierno de Humala; fue vencido por la desintegración de ellos mismos, producto de esto empezó a debilitarse sus propias raíces ideológicas, que tergiversaron la doctrina, pretendiendo conquistar el poder con el arma literal de las armas, en vez de conquistar primero, la mente y la conciencia de millones de peruanos, que hasta hoy no encuentran al verdadero líder político que les represente. En parte, tiene la culpa el pueblo, por seguir depositando su confianza política en políticos tradicionales y en outsideres, y peor aún, en líderes plagiadores de títulos académicos.
Mal hace, uno de los candidatos eternos del fujimorismo aquí en el Dpto de San Martín, decir que tiene amenazas, y a un par de horas aparece un trapo rojo, sucio y percudido. Esto saca a relucir y desnudar sus propia careta de siempre, acostumbrados a jugar los psicosociales, como siempre lo hacían en la década de los años 90, cuando Fujimori salía a decir que ya vencieron al terrorismo, y al siguiente día para desmentir la falacia del dictador, un grupo de emerretistas hacían presencia, bien armados, en una comunidad determinada del país.
Hoy, siguiendo la misma táctica del líder reo, uno de los dirigentes sale a decir la misma cosa, “que el terrorismo está una vez más que rebrota”; esta vez sigue el desmentido, y sale a los medios de comunicación Elmer Sangama, uno de los ex emerretistas, que pagó prisión precisamente por esta causa de haber estado inmerso en el movimiento MRTA, y que en libertad viene pagando cierta indemnización al Estado.
Elmer Sangama, afirma, así como lo desmintieron a Fujimori en la década de los 90, de que era falso que el terrorismo haya sido vencido, pues a la victoria de Fujimori, diciendo que ya los vencieron, ellos (los emerretistas), hacían acto de presencia al siguiente día totalmente armados en una parte del país; hoy, Elmer, sigue haciendo acto de presencia totalmente armado, pero armado con el arrepentimiento de un rebelde que fue en el pasado; y armado, sobre todo con la verdad, para desmentir la patraña política del fujimorismo, de que es falso que el terrorismo vuelva a resurgir.
No son pocos, ex líderes emerretistas, vienen dejando las cárceles, luego de un largo costo de estar encerrados, entre ellos está Alberto Gálvez Olaechea, ex ideólogo del MRTA, que está ya en libertad, después de 25 años de prisión.
Estar en prisión, luego de haber confundido el arma literal con el arma de la concientización, que en absoluto utilizaron con sus subalternos, metiéndoles en la cabeza solamente el arma literal para matar a la gente, como lo hizo el Senderismo de una manera extrema, que si más hubiese pesado como es la capacidad de concientización a favor de las masas, sin el eterno mareo de la obsesión de querer eternizarse en el poder, quien sabe, el SENDERISMO y el MRTA, hoy en día serían verdaderas organizaciones, con estructura y doctrina, es decir, verdaderos partidos políticos, y no tuviéramos esta masificación de organizaciones políticas, que no reflejan más que la pobreza de lineamientos de doctrina política, que no tienen absolutamente nada.
Quien sabe, seríamos como EE.UU. de Norteamérica, con dos organizaciones políticas, con doctrinas bien definidas, con metas y visiones a trazarse de una manera bastante solvente: LOS REPUBLICANOS y LOS DEMÓCRATAS. Estas dos tendencias ya estructuradas, asumen y comparten el poder de la CASA BLANCA de una manera alternada, dependiendo de la habilidad de sus líderes, algunos son reelegidos.
Pensar que dos organizaciones políticas bien definidas (no la cantidad de grupos improvisados que el JNE, los permite), pensar que esto se haga realidad en este bendito país nuestro….
¡AY DIOS MIO, ES UNA TOTAL UTOPÍA!