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miércoles, mayo 21, 2025
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Artemisa Díaz una madre de familia que logró vence el cáncer tras dos años de lucha

Con una sonrisa que refleja fuerza y esperanza, Artemisa Díaz Díaz, madre de familia, regresa a su hogar tras vencer una dura batalla contra el cáncer. Hace apenas unos días, volvió desde Lima, la capital del país, donde recibió tratamiento médico durante el último año. La noticia que tanto esperó llegó por fin: el cáncer había desaparecido de su cuerpo.

Artemisa recuerda con claridad aquel momento devastador, hace dos años, cuando un obstetra le comunicó la terrible noticia: “Usted tiene cáncer y ya tiene que buscar la forma de hacerse su tratamiento.” Aquella forma directa y fría de recibir el diagnóstico la sumió en una profunda tristeza. Sentía que el mundo se derrumbaba a su alrededor. Sin embargo, poco a poco fue recuperando fuerzas gracias al apoyo de una enfermera que le dio el primer impulso para luchar: “Tiene que pelear por tus hijas. El cáncer se puede vencer si se trata adecuadamente.”

Desde ese momento, Artemisa tomó una decisión firme: no se rendiría. Empezó a cuidar su alimentación, incluyendo tratamiento con vegetales, mientras se preparaba para viajar a Lima. Allá, enfrentó varias sesiones de quimioterapia que le hicieron perder el cabello, pero nunca la esperanza. Sacó fuerzas de donde no tenía, motivada por el amor incondicional hacia sus dos hijas, quienes se convirtieron en su motor diario.

El proceso no fue fácil. Las idas y venidas a la capital, los efectos del tratamiento, y la distancia con su familia hicieron de esta experiencia un camino lleno de obstáculos. Sin embargo, Artemisa se mantuvo firme. “Luché con todo lo que tenía por mis hijas. No podía rendirme. Ellas me necesitaban”, recuerda con emoción.

Hoy, Artemisa se siente más viva que nunca. Su testimonio no solo llena de alegría a su familia, sino que también se ha convertido en un ejemplo de lucha para muchas mujeres. Agradece profundamente a quienes la acompañaron en este proceso, desde el personal médico, integrantes de Manos Unidas hasta las personas que le brindaron palabras de aliento cuando más lo necesitaba.

Con una mirada de esperanza, recomienda a todas las mujeres hacerse chequeos médicos periódicos. “Yo fui víctima del cáncer al útero, pero lo vencí. Si yo pude, muchas otras también pueden. Nunca pierdan la fe, porque la esperanza es lo último que se pierde”, concluye Artemisa, convertida hoy en un símbolo de fortaleza y vida. Por: Hugo Anteparra

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