El protagonismo inusitado de una asesora en un cargo destinado a orientar al gobernante pero cuando adquiere un protagonismo e influencia inusitado resulta pernicioso para cualquier gobierno. Dado los últimos acontecimientos donde la saliente directora de la DRE Pilar Saavedra señaló públicamente la injerencia de la asesora Aurora Torrejón quien protegió a un funcionario involucrado en un supuesto acto de corrupción, termina por confirmar lo que se dice en pasillos del Gobierno Regional de San Martín.
Ya en anterior ocasión la dirigencia del FENUTSA había denunciado la interferencia de Torrejón en las compras del sector de salud, sin embargo la asesora señaló en Radio Tropical la existencia de una carta notarial enviada al Secretario General de dicho sindicato y que había solucionado el tema en privado, lo cual resulta un absurdo puesto que la acusación se hizo de manera pública por lo que debió exigirle se retracte en la misma forma y medida para salvaguardar su honor.
En predios internos de Fuerza Popular se afirma además que Aurora Torrejón aun piensa que sigue en el Gobierno de Nueva Amazonía, donde fue directora de DIRCETUR y Gerente de Desarrollo Social, donde salió por la puerta falsa al haberse descubierto extrañas compras realizadas por el PEAM al negocio de su esposo.
Actualmente seguiría sosteniendo funcionarios de la anterior gestión y hasta habría recomendado a personal como la administradora Liz Alvarado quien fue colocada en la dirección regional de turismo inmediatamente después de salir de la gestión del alcalde Oswaldo Jiménez y a pesar de su consabida militancia amazónica.
Síndrome de Estocolmo
Es por esta razón que en reuniones partidarias Carlomagno Pasquel ha mencionado en más de una ocasión que la asesora del gobernador padece del Síndrome de Estocolmo que es un trastorno psicológico temporal que aparece en la persona que ha sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas, ya sea durante el secuestro o tras ser liberada; en esta analogía resulta evidente que el secuestrador es Nueva Amazonía y la secuestrada doña Aurora Torrejón.
El resquebrajamiento del partido de gobierno finalmente hace un daño irreparable a la región más que a Fuerza Popular y esa es una situación que debe preocuparnos pero también indignarnos.