Aconsejan tomar en consideración el movimiento económico de la provincia de Mariscal Cáceres y en especial la localidad de Huicungo
Juanjui. Tras la escuela de campo que realizó la comuna del distrito de Huicungo dirigido a sus pobladores cacaoteros, comprobamos in situ la difícil situación que hoy toca afrontar a las familias cacaoteras con la presencia incesante del impostor gusano llamado Mazorquero que no tiene reparos en diezmar las plantaciones del preciado grano, quitando posibilidades de mejora económica y social a la gente que parece no encontrar la salida que acabe finalmente con el flagelo.
Existe desesperación en los cacaoteros y sus familias que como nunca antes ha ocurrido; hoy ven mermados su producción y por consiguiente sus ingresos pecuniarios, porque la única actividad que los sustenta ya no rinde porque las plagas se han ensañado contra sus plantas.
Testimonian que antes de 1 hectárea sacaban 90 baldes quincenales ahora el rendimiento es de 10 baldes, lo que no permite cubrir los compromisos familiares y los préstamos e hipotecas contraídos con las entidades financieras, que como tal fieros e insensibles, no comprenden la situación que le toca vivir al productor rural, y en muchos casos están optando por el embargo de sus propiedades, dejándoles más aún en la pobreza material.
Los expertos han señalado que esto ocurre también por un tema de índole cultural, pues no existe el hábito del agricultor sobre el buen manejo que debe hacer en su parcela podando sus plantas y siguiendo las recomendaciones fitosanitarias que vienen siendo replicados hasta el cansancio por los expertos agrícolas.
A decir de los técnicos, el campesino no está haciendo el trabajo de lucha contra la mariposa, y
es más en su afán de proveerse una salida fumiga con insecticida, que, si bien mata al mazorquero, pero también mata a la mosca que poliniza las flores que dan frutos, restando la producción cacaotera.
Sin embargo, también visitamos la chacra modelo del Sr. Benigno Núñez, un dedicado productor del grano; su parcela se halla deshierbada, bien podada; pero la mayor parte de sus frutos están infectados y podridos, incluso las mazorcas pintonas. ¿Quéestá ocurriendo entonces?, se pregunta. Tal parece que el “Mazorquero” se ha potenciado, se ha vuelto rebelde; no tiene miramientos pues está atacando a todos, a diestra y siniestra.
Los esfuerzos locales y provinciales parecen no surtir efecto, el gusano sigue perjudicando los granos, de tal manera que ante esta complicada situación los sufridos cacaoteros están pidiendo la inmediata intervención del gobierno regional y nacional para declarar en Estado de Emergencia la producción cacaotera de Mariscal Cáceres, porque de lo contario expresan, “dejaremos que la plaga mate el desarrollo alternativo, los sueños y esperanzas de la gente rural, que al no encontrar apoyos y salidas, pueda optar no solo por la caza indiscriminada y la tala ilegal que deforestaría nuestros frágiles bosques y ecosistemas, sino también por el cultivo de la hoja de coca que en antaño trajo sus secuelas de crisis, violencia y muerte en la zona”. “A esos tiempos no queremos volver jamás, pero algo tiene que hacerse ya”, insta don Benigno Núñez, pensando en la gran mayoría de agricultores del valle están desesperados y que no tienen otra alternativa que el cultivo de cacao que hoy por la plaga se está viviendo abajo.
DATO
Debe tomarse en con sideración que el movimiento económico de la provincia de Mariscal Cáceres y en especial la localidad de Huicungo que acabamos de visitar, depende del cacao; constatamos que el pueblo está pobre, las tiendas comerciales, los transportistas, los talleres de motos, los restaurantes, todos están en crisis.
La pelota está en la cancha de los agricultores, pero también de las autoridades del gobierno regional y nacional que deben tomar las acciones más efectivas para acabar con el gusano mazorquero pupa del cacao. (Carlo Augusto Pérez Pérez-Genrri Pérez Ochoa)