Pese a la intensa temporada de sequía que azota la región San Martín, las cataratas de Ahuashiyacu, ubicadas en la carretera a Yurimaguas, en el distrito de La Banda de Shilcayo, continúan ofreciendo su imponente caída de agua de más de 30 metros de altura. Aun en pleno verano, el lugar mantiene su atractivo para turistas de diversas regiones y nacionalidades, quienes disfrutan de su refrescante piscina natural.
Este emblemático destino turístico, situado en el kilómetro 14 de la carretera Tarapoto-Yurimaguas, forma parte de la Cordillera Escalera, un área protegida que es vital para la conservación de la biodiversidad en la zona. Ahuashiyacu, se ha consolidado como uno de los lugares más visitados de la región, atrayendo tanto a visitantes nacionales como extranjeros. Actualmente, se están realizando mejoras en el acceso, con la construcción de un camino de ingreso de aproximadamente 150 metros.
Erick Macahuachi, presidente de la Asociación de Conservación Alto Ahuashiyacu-Cordillera Escalera, informó que, aunque el caudal de la catarata ha disminuido un 20% debido a la escasez de lluvias, la abundante vegetación de la zona ayuda a conservar el flujo de agua. Además, destacó la labor de los guardaparques y miembros de la asociación, quienes se encargan de proteger el área de posibles amenazas como la tala ilegal y la deforestación.
“La preservación de la vegetación y los árboles de gran tamaño es crucial para mantener el ecosistema de la Cordillera Escalera, lo que garantiza no solo el flujo de agua, sino también la protección de la fauna silvestre y la flora local,” explicó Macahuachi.
Las cataratas de Ahuashiyacu no sólo se destacan como un atractivo turístico, sino que también juegan un papel fundamental en el abastecimiento de agua de Emapa San Martín, especialmente durante las noches, cuando el agua es captada para el servicio local. A pesar de las condiciones climáticas adversas, este paraje natural sigue siendo un símbolo de resistencia y belleza en la Amazonía peruana. (César Gonzaga)