

Un caso de Ripley. El Organismo de Formalización de la Propiedad Informal (COFOPRI) que opera en la región San Martín, en un acto de descuido y mal trabajo otorgó indebidamente a favor de un particular, una parte de un terreno que la Unidad de Gestión Educativa Local Mariscal Cáceres (UGEL MC) posee en el asentamiento humano 28 de Julio, en el Centro Poblado La Merced de la ciudad de Juanjuí.
Así el terreno de 2 mil 70 m2 perteneciente a esta entidad del Estado y que tiene toda la documentación legal a su favor, desde hace muchos años, aparece de manera sorpresiva cercenado en cerca de 400 metros cuadrados, a favor de Johnny Martín Silva Sayago, un trabajador de seguridad del Penal (INPE) de Juanjuí, quien según se informó vendió el predio ajeno a un empresario de Lima,
Este cuyo nombre no se reveló, al enterarse del lío legal que compró se entrevistó con el Jefe de Operaciones de la UGEL – MC, CPC. Robert Pinedo Angulo y el jefe de Infraestructura Ing. Robert Sánchez Chota; ambos funcionarios, sorprendidos por lo sucedido, señalaron que solicitarán a este organismo la nulidad del título y que denunciarán el caso ante el ministerio público, para dar con los implicados de lo que podría tratarse una presunta mafia de usurpadores.
Resulta más que lamentable y sospechoso que la entidad formalizadora de la propiedad informal que, se supone trabaja con toda la información legal que le alcanza los registros públicos, caiga en un seria irregularidad otorgando propiedades a favor de terceros, sin constatar los antecedentes legales del predio que deben exhibir más de 5 años de posesión, tal como lo dijo Sánchez Chota.
Los vecinos al ser consultados saben que el lote con un ambiente en construcción, no colinda con ningún particular y pertenece al sector educación, en donde, en un futuro próximo se construirá el auditorio pedagógico de uso múltiple.
Indignación colectiva.
Las autoridades y pobladores del asentamiento Humano 28 de Julio, que siempre han respetado esta propiedad, expresaron su indignación y rechazo a lo que ellos califican, una maniobra sucia del ente de la propiedad COFOPRI en complicidad como ellos señalan, de un directivo de la Agencia Municipal.
Malos funcionarios de COFOPRI y el extesorero de 28 de Julio generaron el problema.
El Teniente Gobernador Néstor Escobedo Gallergos, responsabilizó de todo este lio legal a los malos funcionarios de COFOPRI en la región San Martín que hace dos años llegaron a Juanjuí para iniciar el proceso de titulación en el barrio. Según manifiesta, estos cedieron a las pretensiones personales del extesorero de la agencia municipal de apellido Silva, quien es padre de Jhony Martín Silva Sayago, el que hoy aparece dueño de una parte del predio de la UGEL.
“Es una maniobra sucia por parte del actuar de personas que trabajan pensando sacar provecho del cargo que los confían. El ex directivo hospedó al personal de COFOPRI en su domicilio. No quería que ninguna autoridad tenga acercamiento con los comisionados de esa entidad; porque seguro algo extraño tramaban, y en realidad, nadie se imaginaba que se trataba sobre el terreno de la UGEL”, denuncia la autoridad comunal.
Reveló que el extesorero al no poder titular la propiedad a su nombre puso a nombre de su hijo, “seguro valiéndose de documentos escriturales falsos que se tendrá que investigar”
En tanto el extesorero no da la cara para explicar el tremendo lío en que ha metido a la UGEL y a la gente del pueblo humilde, pues existen varios casos de terrenos que aparecen con dos propietarios o con título de propiedad Ahora la gente pobre que quiere acceder a Techo Propio no lo puede hacer por estos impases.
Llegamos hasta el domicilio del extesorero en el mismo asentamiento y le preguntamos cómo es que su hijo Martín logra adjudicarse del predio de la UGEL, no supo responder y argumentó dubitativo que no sabía nada y que unas personas lo habían vendido.
CONSTRUIR UNA DISCOTECA
Pero lo más grave y con total descaro Silva Sayago habría ya vendido terreno usurpado a la UGEL a una gente de Lima que ya vino con la decisión de construir en el lugar una discoteca; pero fue impedida por las autoridades y moradores. (Carlo Augusto Pérez)