El BID acaba de lanzar un informe que evalúa once opciones de provisión de servicios públicos digitales y que demuestra el potencial de la transformación digital para abordar problemas clave en la región en educación, salud, trámites y administración fiscal
En el país estamos experimentado un proceso de digitalización en los últimos 10 años, con la ampliación del uso de Internet a unas tres cuartas partes de la población, la proliferación de smartphones y la entrada de muchas empresas digitales en diferentes ámbitos como el comercio y las finanzas.
Esta revolución digital ha tenido repercusiones visibles en la actividad privada. Las comunicaciones digitales, las compras por Internet y las redes sociales han transformado la forma en que la mayoría de los habitantes de la región socializan y trabajan.
Pero en aquellos ámbitos en los cuales los gobiernos juegan un rol clave en la vida de los ciudadanos –como la educación, la salud, los asuntos fiscales y la administración pública- sigue estando a la zaga de los países desarrollados en términos de la oferta de aplicaciones digitales que podrían mejorar los servicios públicos, impulsar el desarrollo y aumentar el bienestar social.
La digitalización ofrece oportunidades para prestar servicios públicos de alta calidad, a bajo costo y a gran escala. Avanzar en esta senda, puede ser fundamental para hacer frente a problemas estructurales que, en muchos casos, se han visto exacerbados por la pandemia de la COVID-19, como los bajos niveles de aprendizaje, la creciente carga de enfermedades no contagiosas, los altos niveles de evasión tributaria y la pobre focalización de subsidios públicos. Todos estos desafíos dificultan la lucha contra la pobreza.
Según el BID, la buena noticia es que la región puede progresar e en estos ámbitos, desarrollando e implementando servicios públicos digitales; utilizando tecnologías como apps, mensajes de texto y videos, para lograr objetivos fundamentales. Además, puede hacerlo incluso con recursos limitados, identificando oportunidades de alto valor social y priorizando aquellas intervenciones digitales que sean altamente efectivas y superen un riguroso análisis de costo-beneficio.
Un informe clave del BID
Para ayudar a la región a avanzar por ese camino, el Departamento de Investigación en colaboración con el sector Social y el sector de Instituciones para el Desarrollo del BID acaba de lanzar un informe que evalúa once opciones de provisión de servicios públicos digitales y que demuestra el potencial de la transformación digital para abordar problemas clave en la región en materia de educación, salud, trámites y administración fiscal. El informe titulado “Digitalizar los servicios públicos: Oportunidades para América Latina y el Caribe” también presenta ejemplos y procedimientos que analistas y funcionarios pueden utilizar para realizar sus propios análisis de costo-beneficio que informen decisiones de políticas públicas.
El análisis de costo-beneficio base se enfoca en Perú, un país con indicadores de desarrollo similares a los de América Latina y el Caribe, de modo de estandarizar el contexto al evaluar los diferentes servicios públicos digitales. Este análisis muestra como las decisiones de política pública basadas en la evidencia pueden ser clave para que los países provean servicios públicos digitales los cuales contribuyan al progreso social y económico de la región.